POR Tonantzin ROMERO
La actual emergencia sanitaria por el Covid-19 detuvo la mayoría de las actividades diarias. Esta enfermedad nos cambio la vida, frenó de golpe nuestro estilo de vida; sin embargo, algo que no se interrumpió fue el avance la contaminación ni el cambio climático, un problema mundial que venimos arrastrando desde hace bastante tiempo.
Aún podemos recordar que en el 2019, en Toluca, se había aprobado el decreto que prohibía regalar vasos, popotes, bolsas de plástico, así como utensilios de un solo uso, para así disminuir los desechos que se generan y que tardan demasiado tiempo en descomponerse, dejando una huella perdurable. Esta medida entró en vigor el 5 de febrero de 2019.
Al año de que entrara en vigor este decreto, nos tocó enfrentarnos a una pandemia por lo que el uso de desechables volvió a causar estragos en nuestro entorno. Cómo olvidar que, en los estacionamientos de los centros comerciales, las calles y hasta en los ríos se podían encontrar guantes de látex, cubrebocas y demás desechos generados por el pánico.
Todo lo detuvo la pandemia, menos el cambio climático. Al inicio del confinamiento, se tenía la esperanza de la disminución de contaminación; sin embargo, no fue así. En los primeros días se preveía una disminución de los gases invernadero y, por un breve momento, el cielo cambio de color, pero esto fue la calma antes de la tormenta, pues poco después los contaminantes alcanzarían puntos máximos.
Estamos lejos de cumplir los objetivos del Acuerdo París, aunado a eso, de acuerdo con estudios realizados por Unidos en la Ciencia y la OMM afirman que desde el 2016 y hasta la fecha ha sido el periodo más cálido registrado en la historia, lo que se mantendrá en el futuro.
Podemos pensar que solo es un poco más de calor, pero el impacto va mucho más allá. El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó “Las consecuencias de nuestra incapacidad para afrontar la emergencia climática están por todas partes: Olas de calor extremo, incendios, inundaciones y sequías devastadoras. Y estos desafíos solo van a empeorar.”
Anteriormente nos preocupaba el mundo que íbamos a dejar a los más jóvenes, ese era, y es, el discurso que podemos escuchar en muchas partes: “Cuida el mundo hoy para que lo disfruten tus hijos mañana”, pero ¡ya lo estamos viviendo! Hoy la problemática principal es el medio ambiente, y no es para menos, en el Reporte de Riesgos Globales 2020 los riesgos más alarmantes serán:
- Climas extremos
- Pérdida de biodiversidad
- Desastres naturales y ambientales causados por el ser humano
- La imposibilidad de que las estrategias contra el cambio climático surtan efecto
Lo que afectara en mayor medida las zonas vulnerables, justo como la pandemia.
Aún más escalofriante es que la contaminación ha sido un factor importante en la propagación de enfermedades. De acuerdo con el investigador Alexander More se han visto patrones similares entre las enfermedades y la contaminación “Es realmente la convergencia de nuestras dos crisis principales: el cambio climático provocado por el hombre y las enfermedades infecciosas”
“El clima afectará la probabilidad de brotes de enfermedades infecciosas. Lo ha hecho en el pasado y lo hará en el futuro” es la sentencia que han descubierto en los estudios relacionados con el cambio climático y las pandemias “No hay duda de que están conectados” menciona More.
Es por eso por lo que se hace la petición a los gobiernos para que promuevan el uso de energías limpias y renovables ahora, en el presente, pues con cada día que pasa, el fracaso de las medidas contra el cambio climático se va convirtiendo en realidad alarmante.
