REDACCIÓN
El diputado panista Juan Carlos Romero Hicks expuso que aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador llegó al poder con gran legitimidad y alta popularidad, ya muestra algunos indicadores de que va a la baja y eventualmente surgirán liderazgos que puedan hacer frente a Morena.
Ataviado con el característico color azul de las siglas partidistas y con su acostumbrada seriedad, el político guanajuatense consideró que el ejercicio del poder desgasta y más cuando hay «ofensas y equivocaciones».
Al jactarse de 20 años de militancia panista y sin «cola que le pisen», el legislador del Partido Acción Nacional (PAN) dijo que en su momento habrá liderazgos que puedan hacer frente a Morena y a la popularidad que aún conserve López Obrador en los comicios intermedios de 2021 y en la elección presidencial de 2024.
«El actor estelar de la democracia es el ciudadano, no son los partidos ni son los gobernantes, y hoy lo que necesitamos es más ciudadanía, y seguro en los momentos necesarios irán aflorando las personalidades que puedan competir para el 6 de junio de 2021 en la elección intermedia, y en la elección de julio de 2024», indicó en sus oficinas de San Lázaro.
Ante ese panorama, admitió que el reto del PAN es tener una organización política unida, congruente, sensible e incluyente, pero es algo que le corresponde a todos los militantes.
Romero Hicks, quien tiene 10 hijos y su hobbies es manejar su vochito azul por las calles de Guanajuato, afirmó que su partido enfrentará retos también en la disputa para renovar 12 gubernaturas y ayuntamientos: «Sin duda que es una prueba muy fuerte», anotó.
Declinó hacer juicios de contraste entre los gobiernos del PRI y Morena, pues opinó que son escenarios muy diferentes, dado que hoy no existe una hoja de ruta como la que tenía la pasada administración con el Pacto por México, que permeó en la agenda del Presidente, de los Congresos federal y locales.
El exrector de la Universidad de Guanajuato, a quien no le gusta bailar pero sí escucha a The Beatles, admitió que Morena construyó una mayoría artificial en la Cámara de Diputados que no se había visto desde 1997.
Tras referir que el presidente recibió 53.19 por ciento del voto y la alianza de los partidos Morena, Encuentro Social y del Trabajo obtuvo 43.58 por ciento, señaló que el ahora partido en el poder fue a la «pepena» de otras bancadas, como el PRD y el PVEM, para alcanzar su mayoría artificial.
Consideró que al tener un presidente con gran legitimidad, éste «nos quiere ver como un ‘querer legislativo’ y no un Poder Legislativo. Él quiere marcar agenda, entonces quieren imponer».
Romero Hicks reprobó que el Presidente de la República presuma su honestidad como mérito, cuando es un atributo necesario para todos los gobernantes.
«Él se presenta como una persona honesta y así es percibido por una gran parte de la población; sin embargo, quebranta las leyes de transparencia y anticorrupción, quiere darle la vuelta a las licitaciones y una serie de aspectos, diciendo: ‘Es que yo soy honesto'», manifestó.
El político guanajuatense, a quien en pocas ocasiones se le ve sonreír pero a quien sus colaboradores lo definen como muy humano, estimó que ese no es el criterio, ya que de cualquier gobernante se espera que sea honesto «y eso no es un mérito, es un atributo necesario».
«Yo no tengo ningún señalamiento de corrupción, no tengo uno, y eso no es más que lo ordinario, es lo que se espera de cada persona, que cuide la legalidad, que cuide la transparencia, la rendición de cuentas», enfatizó.
Sin embargo, advirtió que el cumplimiento de la ley no es potestativo, sino una obligación, por lo que nadie está por encima de la ley.
Entonces (el Presidente), empieza a exhibir criterios personales, «donde él puede estar en una excepción frente a los demás y eso es incorrecto», puntualizó.