REDACCIÓN
El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos (INAI) debe permanecer y mantener su autonomía, aunque requiere ajustes en su operación y financiamiento, consideró Ernesto Villanueva, doctor en Derecho.
Al ser recibido en el Senado como parte del ejercicio de selección de candidatos a ocupar el cargo de comisionado del INAI, el académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) opinó que actualmente el instituto es opaco porque carece de Órgano Interno de Control.
Además, expuso, la Plataforma Nacional de Transparencia no funciona correctamente, el INAI hoy en día es demasiado caro. Cada solicitud cuesta tres mil 820 pesos al erario; cada recurso de revisión, más de 88 mil y cada nuevo solicitante significa un costo de 18 mil 960 pesos.
Por otra parte, puntualizó que el organismo de transparencia violenta el derecho de acceso a la información, especialmente en cuanto a las poblaciones indígenas, pues en 15 años sólo dos personas de estos grupos han presentado solicitudes de información y sólo una ha presentado un recurso de revisión.
En ese sentido, indicó que se requieren ajustes importantes, como disminuir el número de direcciones generales; establecer la materia de acceso y protección de datos desde la primaria; rehacer la Plataforma Nacional de Transparencia para hacerla amigable y reducir el presupuesto.
Durante las preguntas, detalló que las leyes de Suecia y Noruega pueden ser modelos para México, y señaló que es necesario mejorar las acciones jurídicas que el INAI implementa ante órganos jurisdiccionales, porque generalmente pierde las controversias.
A la pregunta del senador del Partido Acción Nacional (PAN) Damián Zepeda sobre las controversias que ha sostenido con diversos personajes públicos, Villanueva Villanueva respondió que eso es parte de ser un hombre público y consideró que no es impedimento para ocupar el cargo de comisionado.
Durante el proceso de selección, organizado por las comisiones unidas de Transparencia, Anticorrupción y Participación Ciudadana y de Justicia, también se escuchó a Marco Antonio Alvear Sánchez, quien ofreció «adelgazar» la estructura de directores del instituto porque «son demasiados».
También estuvo presente Adrián Alcalá Méndez, quien consideró que se debe de recuperar el origen ciudadano que impulsó el Grupo Oaxaca para la creación de la primera Ley de Transparencia y el surgimiento del IFAI, que después se convirtió en INAI.
Hay que volver a las facultades originales y si bien no se debe olvidar la atención a sujetos obligados, recursos de revisión, el Sistema Nacional de Transparencia y otras atribuciones más recientes, es necesario revisar la estructura, equilibrar el trabajo interno y fusionar direcciones de manera ordenada, explicó.
Interrogado sobre las facultades del organismo para castigar a funcionarios que no cumplan con la transparencia, puntualizó que el propio Congreso le dio a los órganos garantes «dientes de calcio» (antes eran “de leche”) y con ellos hay que actuar.
Se dijo defensor del principio de máxima publicidad, entendiendo que toda la información se debe considerar como de dominio público, salvo en los casos de privacidad y entendiendo que todo se debe publicar cuando se trate de violaciones graves a derechos humanos, delitos de lesa humanidad y casos de corrupción.