Le quieren cobrar el triunfo a Del Mazo
La desesperación de algunos actores políticos los lleva a promover inhóspitas expresiones. Mal se vieron esos priistas que tan pronto se supo el resultado del 4 de junio decidieron colgarse la medallita del triunfo electoral del candidato del PRI, Alfredo del Mazo Maza, al asegurar que gracias a su trabajo y buenas relaciones el tricolor rescató lo que parecía una derrota.
El cacaraquear huevos ajenos es tan cínico como desleal. Quienes ganaron el norte y el sur, base del triunfo tricolor y ante la arrastrada que les dieron en municipios claves del Valle de México, fueron todos menos quienes se lo quieren agenciar.
A valores entendidos. Del Mazo ganó en el norte y el sur porque así debía serlo. No se confundan, el candidato y su equipo cercano saben perfectamente quiénes dieron resultados. Conocen a la perfección los que aun perdiendo municipios y distritos se la rifaron; así como también identifican a los que con todo y poner zancadillas se quedaron con las ganas de ver derrotado al abanderado.
Ni se emocionen esos que ya están cobrando facturas infladas por adelantado, no serán secretarios ni dirigentes del partido, es más, serían objeto de remoción del cargo.
Tres de los auténticos encargados de la operación política fueron los diputados locales Miguel Sámano, Pablo Peralta y Erik Sevilla Montes de Oca, y no lo no andan presumiendo. Deberían enseñarle tantito oficio a sus colegas que les quiere comer el mandado.
CANCIÓN, DICHO O REFRÁN
Esa de la Sonora Santanera de “Tuburcio Trinquetes”…
Sobajado y desvirtuado ha quedado el movimiento “Abracemos Tollocan” que emergió del descontento social por la pretensión de aniquilar 200 árboles para construir pasos a desnivel frente al centro comercial Galerías Toluca. De la legítima protesta ha pasado a un campamento besado por el diablo. Líderes de partidos políticos, dirigentes de movimientos anarquistas y hasta el arlequín de la política, Gerardo Fernández Noroña, se han colgado de lo que nación como una protesta civil. Que quede claro, la razonada inconformidad para proteger Paseo Tollocan es plausible y apoyada, no así lo que parece convertirse en un “movimiento trinquetero”. De verdad, no le den argumentos a la autoridad para revivir e imponer el proyecto de los retornos en Paseo Tollocan a costa de la masacre ambiental.
