Lavarse las manos salva vidas; además, es una práctica barata, rápida y sencilla que trae beneficios dentro de la comunidad y en la atención a la salud, reduce el riesgo de adquirir enfermedades intestinales y respiratorias e interrumpe la transmisión de algunos virus, como el de la influenza, destacó la Secretaría de Salud.
En el Día Mundial del Lavado de Manos, la dependencia federal señaló que realizar esta sencilla acción elimina la mayor parte de los patógenos que podrían ser perjudiciales para la salud y resulta más eficiente si se utiliza jabón.
Mediante su cuenta en Twitter @SSalud, subrayó que lavarse las manos antes de comer, evita ingerir bacterias, virus o parásitos vía oral; mientras que hacerlo después de ir al baño, elimina los microbios que podrían quedar en las manos por el contacto con nuestros excrementos. Se calcula que un gramo de heces humanas puede tener 10 millones de virus y un millón de bacterias.
Como cada 15 de octubre, desde 2008, de lo que se trata es de enfatizar el papel de esta práctica en la promoción de la salud y en la prevención de enfermedades. El lema de este año es “Nuestras manos, nuestro futuro”, explicó.
Asimismo, la Secretaría de Salud dio a conocer en la misma red social que a mediados del siglo XIX, cuando no se reconocía a las bacterias como causantes de infecciones, el médico Ignaz Philipp Semmelweis propuso que doctores y estudiantes se lavaran las manos con soluciones con cloro antes y después de atender los partos.
El resultado fue una gran disminución de las muertes por “fiebre puerperal” entre las madres que eran atendidas. A pesar de que la mayoría de sus colegas rechazaron su postura, incluso ante la evidencia de la reducción de decesos, el lavado de manos logró instaurarse como una práctica frecuente en la atención a la salud y con el tiempo, como parte de los hábitos de higiene entra la población, concluyó.