Morena, la tibia defensa de su voto
POR Juan Gabriel González Cruz
Morena cayó en una reducida trampa. El simple hecho de haber adelantado la sesión del tribunal electoral del martes 1 de agosto a ayer domingo 30 de julio para la dictaminación de los juicios de impugnación del proceso electoral, puso en jaque al partido Movimiento de Regeneración Nacional y a su aún candidata a gobernadora, Delfina Gómez Álvarez.
Delfina y sus seguidores se engancharon y optaron por romper la dinámica de su “Marcha por la Esperanza”, a efecto de instalar un plantón frente al Tribunal Electoral del Estado de México (TEEM) para ejercer presión, que al final de cuentas no tuvo el más mínimo efecto social ni impacto político alguno para su beneficio.
El TEEM sólo anuló 79 de las 18 mil 605 casillas que se instalaron el pasado 4 de junio durante la jornada electoral, el equivalente al 0.42 por ciento de toda la paquetería electoral. Nada, literalmente.
Con esta acción del tribunal, que seguramente es parte de la llamada “Mafia del Poder” en el diccionario de Morena, el sistema habría logrado una carambola de tres bandas. Primero, desactivar una marcha que se dirigía a Toluca; segundo, minar los adeptos hacia Delfina y tercero, alentar nuevamente la teoría del partido belicoso frente a las instituciones.
Tan tardía su marcha como inútil su plantón. Delfina y Morena han dejado mucho que desear en el ambiente político, incluyendo a quienes votaron por ella. Las dudas de por qué apenas, por qué tan débil y por qué no la acompaña Andrés Manuel López Obrador, son el cúmulo de preguntas sin respuesta que acostumbra no dar este instituto político frente a escenarios trascendentes.
CANCIÓN, DICHO O REFRÁN
La corrupción lleva infinitos disfraces…
Todo parece indicar que Francisco Gárate Chapa y Ulises Ramírez Núñez sí serán enjuiciados por la Comisión Anticorrupción del PAN, tras el escándalo de las notarías que recibieron hija y esposa, respectivamente, por parte del gobierno priista del Estado de México.
En la sesión del Consejo Político Estatal del pasado jueves la mayoría aplastante decidió enviar a Francisco Gárate, ex representante panista ante el INE y al diputado federal, Ulises Ramírez, a la Comisión Permanente, donde ambos no juntan los votos necesarios para evitar que su caso sea turnado a la Comisión Anticorrupción de Acción Nacional que preside ¿adivinen quién?… Luis Felipe Bravo Mena.
Las sanciones previstas por los estatutos albiazules indican que podrían ser suspendidos sus derechos políticos como militantes o en un caso extremo ser expulsados de las filas del PAN. Seguramente la dirigencia estatal en manos de Víctor Hugo Sondón ya está haciendo cálculos para encontrar un punto exacto, a modo de que Francisco Gárate y Ulises sean simplemente amagados y sacados de órbita en las siguientes negociaciones para definir candidaturas a alcaldes, diputados locales y federales, principalmente quitarles las manos de los escaños plurinominales.