REDACCIÓN
Tras escuchar “Las mañanitas”, en el salón Tesorería de Palacio Nacional, madres de familia de diversos sectores del país enviaron un mensaje de solidaridad a las mamás que han perdido a sus hijos, principalmente por lo que se llamó la “guerra” contra el narcotráfico.
“Mando un mensaje muy sentido, solidaridad, mi corazón, a las mamás a las que les faltan sus hijos, ya sea por la guerra, por el narco, o por los accidentes viales”, expresó la alcaldesa de la Bicicleta en la Ciudad de México, Areli Carreón, en el convivio que tuvieron con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ello como parte de su breve mensaje de aliento a esas madres, que fue aplaudido por una veintena de mujeres, entre ellas: la esposa del presidente, Beatriz Gutiérrez Müller, la escritora Elena Poniatowska, la clavadista Paola Espinosa y madres pertenecientes a las etnias indígenas, la Defensa Nacional, la Marina y una despachadora de gasolina, entre otras.
“A esas familias, mamás que perdieron en un día común, en un día cualquiera a alguien que salió de su casa y no regresó, un abrazo y trabajemos juntos presidente todo el país, para detener ese que también es un gran flagelo de seguridad. Un abrazo a las mamás que les faltan sus hijos”, expresó.
A esta muestra de solidaridad se sumó una representante de la Secretaría de Marina, quien dijo “les comparto mi corazón a aquellas que han perdido algún hijo”.
El festejo por el Día de las Madres inició después de la conferencia matutina del presidente López Obrador, quien tras abordar distintos temas, pidió hablar “del amor, el amor eterno, recordando a Juan Gabriel. ¿A poco no era bellísima, no es bellísima esa canción, Amor Eterno? Vamos a celebrar a las mamás”.
El mariachi Nuevo Juvenil Azteca de los hermanos Valencia se hizo presente y sorprendió con sus miembros vestidos de blanco y con la interpretación de las tradicionales “Las Mañanitas”, así como de las piezas: “Hermoso Cariño”, “Mujeres Divinas” y “Amor Eterno”.
López Obrador felicitó de nueva cuenta a todas las mamás de México y a las que viven fuera del país, y se congratuló por estar al lado de este “ramillete” de madres de familia en representación de todas ellas.
La representante de una comunidad tradicional agradeció la invitación y que se les permita “visibilizarnos como comunidades y como pueblos indígenas que somos de este país, las raíces de este país”.
A su vez, Hortensia Aguillón Álvarez, quien es despachadora en una gasolinera ubicada en División del Norte esquina Xicoténcatl, en Coyoacán, dijo que llegar a Palacio Nacional “lo veíamos como algo imposible”.
“Lo que está pasando en el gobierno es algo lindo, es un sueño hecho realidad que estamos haciendo todos, al presidente le digo que nosotras las mujeres estamos con él, vamos de la mano y sabemos que esto no es fácil, pero también le vamos a chingar hombro con hombro con él.
“Se chingaron al país en 30 y tantos años. En cinco meses apenas vamos empezando a reconstruir. Fácil no es, pero de que lo hacemos, lo hacemos. Estamos con usted. Las despachadoras de gasolina vamos con todo”, añadió.
En su oportunidad, la escritora y periodista Elena Poniatowska pronunció un discurso con la mirada hacia arriba: “mira mamá, tu que estás en el cielo, míranos aquí todas estas mujeres, es la primera vez que en tantos años un presidente nos llama en una situación, en un lugar cálido, con voz sencilla.
“Mira mamá, yo creo que has de estar muy contenta, has de estas sintiendo que México ha cambiado mucho. México va por un camino que nunca recorriste con los presidentes anteriores, con el gobierno anterior”, añadió.
Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del mandatario, destacó que ser madre es un regalo, una bendición, una fortuna y llamó a cuidar siempre y proteger mucho a esos pequeñitos que se vuelven luego grandes “y después seremos abuelos”.
“Feliz día de las madres a todas, a todas aquellas incluso que lo van a tener ya pronto, hoy o mañana, felicidades anticipadas y felicidades a nuestra patria, porque es nuestra madre”, destacó, para dar paso al mariachi con la canción “Mi cariñito”, con lo que terminó el festejo.