REDACCIÓN
Las tarjetas que distribuye el gobierno para la compra de útiles escolares están sirviendo de apoyo para aliviar la economía familiar; sin embargo, a unos días que empiece el nuevo ciclo, las ventas se mantienen bajas.
Pese a que el gobierno federal ha distribuido tarjetas para la compra de materiales escolares a los alumnos que asisten en los niveles básicos a escuelas públicas, los vendedores de esos productos se quejan de que comparativamente con otros años, la demanda se redujo, por lo que aún no saben si lograrán el incremento de 80% que registran en esta época.
De acuerdo con la Revista del Consumidor del mes de agosto, en México 90 por ciento de la población con edades de entre tres y 14 años asiste a escuelas públicas, lo que significa que la mayoría de los estudiantes reciben la tarjeta que distribuye el gobierno federal para la adquisición de materiales escolares.
Dulce Legorreta, vendedora en una papelería localizada en el mercado de Plaza Regina, donde se concentra un gran número de estos establecimientos, explicó que, pese al apoyo, las ventas están reducidas.
“No están tan buenas como se esperaba. No sabemos a qué se deba. Sí han bajado las ventas, realmente sí se ha sentido el bajón. No sé si sea por las tarjetas que mucha gente está esperando, o porque no hay dinero circulando en el país”.
Esta papelería forma parte de los comercios que hasta 2007 operaban en la vía pública sobre la calle Regina del Centro Histórico y que fueron retirados con la promesa de una reubicación que sigue sin concretarse.
Legorreta explica que las tarjetas que distribuye el gobierno federal a aquellas familias con hijos en escuelas públicas de preescolar, primaria y secundaria, no resultan atractivas para aceptarlas porque, asegura, terminan por sufrir pérdidas económicas.
“No las recibo. Porque honestamente no nos conviene porque nos cobran una comisión por andar recibiendo esa tarjeta. O sea, en lugar de ganar, perdemos, hasta salimos poniendo nosotros, ahí es donde tronamos, porque a nosotros todos los proveedores nos piden en efectivo el pago de la mercancía”, dijo.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros, en su publicación “Proteja su dinero”, correspondiente al mes de agosto, señala que cuando se trata del regreso a clases la derrama fundamentalmente es en efectivo.
“La principal forma de pago para adquirir artículos escolares es en efectivo. Un 74.6% lo realiza de esta forma, el resto opta por comprar con tarjetas de débito o crédito”, indica.
En tanto, Dulce Legorreta criticó que las tiendas de autoservicio, que son las principales competidoras de las papelerías, reduzcan los precios y expendan productos de baja calidad.
“El cuaderno de ellos, por ejemplo, no se compara con el cuaderno económico que manejamos nosotros y que sí viene de 100 hojas, porque luego vienen de 90, ahí les meten gol a los clientes. Nosotros no, nosotros hasta les decimos, cuéntele la hoja, y la cuentan. No les metemos mercancía mala, ni maltratada, y mucho menos pirata”, aseguró.
Patricia Aparicio coincide que hay reducción de ventas comparando el año anterior con el actual, lo atribuye, entre otras cosas, a que los padres de familia están reutilizando los materiales.
Respecto al uso de las tarjetas, indicó que la papelería donde trabaja sí las acepta.
“El año pasado sí les dieron tarjeta, el sistema de tarjetas funciona, en primaria les entregan 820 pesos, en preescolar 720 y secundaria 900. Entonces, si una madre de familia tiene dos niños, tratamos de darles un buen precio para que con una sola tarjeta compren lo que es para dos niños, tratamos de apoyarlas”, dijo Aparicio.
Ricardo Martínez expresa que “ahorita han bajado un poco las ventas en comparación con el año pasado”, y pese a ello, decidieron no entrar al programa de aceptar el pago mediante tarjetas.
“No tenemos el dispositivo para cobrar con tarjeta. A varias (papelerías), sí les informaron que iba a llegar ese dispositivo, y ese programa, solamente que nosotros decidimos no participar”.
Celedonio Romero León, dueño de una papelería, indicó que tuvieron que adaptarse a vender no sólo en efectivo, porque es un negocio que registra variantes de ciclo a ciclo.
“Cada año es diferente, cada año va cambiando la venta, como vamos hasta la fecha, ha bajado. Sí (aceptamos) las tarjetas del gobierno; con una aplicación nos quitan un porcentaje por aceptarlas. No les cobramos comisión, les pedimos un mínimo de compra de 200 pesos” dijo Romero León.
En esta tarea de conseguir los mejores precios y calidad, la Revista del Consumidor, concentra la información de los materiales escolares, comparando productos y marcas, como una orientación para los padres de familia.
Del 28 de marzo al 30 de mayo del presente año, se dieron a la tarea de analizar 86 marcas, 138 modelos de productos, así como la realización de más de cuatro mil pruebas a éstos.
Entre sus recomendaciones para ahorrar, está que los padres se pongan de acuerdo para hacer las compras en grupo.
Las tarjetas son sólo un apoyo
Los padres y madres de familia coinciden en que las tarjetas que está repartiendo el gobierno federal están ayudando a solventar el regreso a clases de sus hijos, pero no cubren todos los requerimientos escolares.
Considerándose además que esas tarjetas no son para alumnos que asisten a planteles escolares privados, como es el caso del hijo de Alma Rosa González que asiste a un jardín de niños donde hasta el material de aseo tienen que aportarlo los padres.
“Es particular, nos dan la lista de útiles, algunos mil 200, aparte son los libros. Son como 800 pesos también, Para tercer grado de preescolar. Como es particular no recibe apoyo oficial”, dice mientras muestra la lista de requerimientos que incluye, además del material escolar, productos de limpieza, como papel higiénico, jabón líquido para manos, gel antibacterial, entre otras cosas.
Para Viridiana del Carmen, la situación es mejor porque sus hijos asisten a escuelas públicas, donde además del apoyo para la compra de útiles, le entregan 330 pesos mensuales a cada alumno, sin importar su desempeño escolar.
Ericka Atzin es beneficiaria del Programa Prospera, hace unos días le llamaron para avisarle que le reactivarían la tarjeta para depositarle el apoyo para útiles escolares.
“En Prospera fue por medio de una tarjeta y ahora en esa misma nos la reactivaron y ahí mismo nos dieron el apoyo. Y nos avisaron de un día para otro, ´mañana tienes que ir, llevar tu documentación y te reactivan tu tarjeta´, así lo manejaron. Con Prospera llevo como cinco años, sí me ayuda mucho, es lo que uno ocupa cuando les piden los trabajos en la escuela, el material, o el extra”, detalla.
Para Felipe García es su primera vez como padre hacer la compra de útiles escolares, su hijo apenas va a entrar al kínder, el desembolso será de por lo menos mil 500 pesos.
Nos dan la lista de útiles para que podamos entregar (los útiles). Es más barato aquí afuera, el ahorro es poco, pero entre poquito se ahora unos 300, 500 pesos”, dice al explicar que prefiere comprar en el comercio instalado en la vía pública.
La vendedora Lucila Martínez Acevedo espera que este año se repita la historia de que el mexicano posterga la compra de útiles y que las ventas se incrementen.
“Hemos estado toda esta semanita un poquito bajas, ya sabe que es a las últimas como todo mexicano, todo lo dejamos hasta lo último”, finalizó.