REDACCIÓN
Integrantes de la comunidad otomí de San Lorenzo Huitzizilapan, en el Estado de México, exigieron al gobierno de México la devolución de sus tierras que fueron expropiadas por el expresidente Enrique Peña Nieto, en 2014, para la consutrucción de la autopista Toluca-Naucalpan, que a cinco años registra un importante atraso.
En conferencia de prensa, Ismael Santana pidió al actual gobierno, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, girar las instrucciones para la devolución de su territorio y consideró que en el país es necesario adueñarse de los recursos naturales, por lo que están en pie de resistencia en defensa de los mismos.
“La batalla está en defensa de nuestra existencia, porque nos quieren desaparecer y me atrevo a decir que si el Estado no obedece al soberano que es la comunidad, nos van a obligar hacer lo que hicimos hace 100 años, tenemos que agarrar el fusil no va haber otro”, sentenció.
Ello, reconoció que provocaría una factura cara: sangre y vidas, “por eso estamos viendo por este medio los alcances para defender nuestros territorios y bienes naturales”.
Denunció que todos los derechos de la comunidad indígena han sido violados y opinó que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) sólo es letra y papel, pues no está funcionando.
De no ser escuchados, advirtieron Abundio Rivera y Aurora Allende, la comunidad indígena tomará otras medidas, por eso están en busca de alternativas para que les devuelvan los bosques.
Explicaron que ya se concluyó el plazo de cinco años concedido a constructora Teya (del grupo Higa), y a su subsidiaria Autovan para de la autopista, que tiene un retraso en su construcción.
Dijeron que este proyecto fue una imposición y que ahora los pueblos originarios ya se organizan para luchar a fin de que les devuelvan sus bosques.
Insistieron que el decreto de Peña Nieto ha terminado sin que se concluyera la causa de utilidad pública por la cual se emitió y debido al incumplimiento en los plazos asignados por el Artículo 9 de la Ley de Expropiación se debe devolver las tierras a la comunidad indígena otomí.
No obstante, reconocieron que no hay una figura jurídica para dar reversa y se devuelvan sus tierras, por lo que demandaron crear ese nuevo procedimiento.
En tanto, Micaela Rivera dijo que la devastación de estas 61 hectáreas de bosque provocará poca captación de agua pluvial, que sirve para abastecer al sistema Cutzamala que surte a la Ciudad de México, el Estado de México y Mo4relos.
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