POR Guillermo GUADARRAMA
Decenas de fogones se alcanzan a ver en toda la localidad de Raíces en el municipio de Zinacantepec y no se trata de una tradición o festividad, sino de la mejor manera en como los comuneros se atajan de las bajas temperaturas que han llegado hasta los menos diez grados en últimas fechas, derivado del frente frio número 24.
Raíces se encuentra ubicado a faldas del Nevado de Toluca, con una altura de más de 3 kilómetros sobre el nivel del mar, lo que causa que haya vientos más a menudo y que la temperatura baje considerablemente.
“De por sí aquí todo el año hace frío, nosotros ya nos acostumbramos, pero quien llega a venir si se queja del clima” comentó la señora Claudia Rosales, habitante de esta localidad.
A cualquier hora del día, se encuentra la gente de Raíces con gabanes, chamarras, jorongos y gorros, para tratar de atajarse del frio, además de que en sus casas no puede faltar leña para poder generar calor cuando las prendas no son suficientes.
Aunque los habitantes dicen ya haberse acostumbrado, es muy cierto que las enfermedades se presentan al por mayor en esta comunidad y las carencias económicas muchas veces les dificulta obtener los medicamentos necesarios para poder curarse.
“No que nos van a poyar, ni porque viene mucha gente y muchos turistas, las casas hay masomenos se ven bonitas por fuera pero solo sobre esta calle, pero atrás de esto todos tenemos cabañitas hasta de madera, porque a nadie le importamos, solo vienen a hacer dinero, pero no a apoyar”
Doña Guadalupe, madre de Claudia comentó que en los seguros médicos no hay abasto suficiente de medicinas para las enfermedades que el clima provoca en el lugar.
“Las gripas son las que nos apuran, pero ¿de qué sirve ir al centro de salud? De todos modos, no hay medicina, vino el gobernador Alfredo del Mazo y dijo que ya había abasto pero cuando nos tocó ir a nosotros sólo nos dieron Naproxeno y de igual forma sale mejor ir al médico particular”.
También se comentó que el humo de la leña, aunque les quita el frio, también puede provocar enfermedades, principalmente en los menores de edad.
“El humo de la leña es un riesgo para la salud de los niños aunque no tenemos otro método para aminorar las condiciones de frio en las que vivimos y que seguiremos viviendo porque este es un problema que la naturaleza nos pone” comentó Guadalupe.




