Luego de la revisión de los 119 espacios universitarios por expertos de las direcciones de Protección Civil Universitaria y Obra Universitaria, así como de las facultades de Ingeniería y Arquitectura y Diseño, la Universidad Autónoma del Estado de México determinó reiniciar actividades este lunes.
En un comunicado la institución educativa informó que las clases volverán a la normalidad, tan solo se va a restringir el acceso a ciertas zonas en 12 planteles y el Edificio de Rectoría.
En estos 13 espacios se redistribuyó el uso de los edificios que se corroboró son seguros, mientras que, de manera particular, en el Plantel “Dr. Pablo González Casanova” de la Escuela Preparatoria y el Centro Universitario Tenancingo, se habilitaron aulas provisionales en patios y estacionamientos.
Los más de 82 mil jóvenes que realizan estudios de bachillerato, licenciatura y posgrado en la Autónoma mexiquense podrán reanudar sus actividades académicas en las instalaciones universitarias distribuidas en toda la geografía mexiquense.
Los planteles con zonas restringidas, pero sin afectaciones en las aulas, son los planteles de la Escuela Preparatoria “Cuauhtémoc” e “Ignacio Ramírez Calzada, en Toluca, y “Sor Juana Inés de la Cruz”, en Amecameca; las facultades de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Ciencias Políticas y Sociales y Ciencias Agrícolas.
La Unidad Académica Profesional Tianguistenco; los centros universitarios Tenancingo, Nezahualcóyotl, Amecameca y Texcoco. También se reanudarán actividades en el Edificio de Rectoría, teniendo restringido el torreón ubicado en la esquina de las calles Benito Juárez e Instituto Literario.
Las áreas de uso restringido serán debidamente señalizadas y estarán acordonadas. Por la seguridad de todos, se pide a estudiantes, profesores, investigadores, trabajadores administrativos y población en general respetarlas.
El resto de la infraestructura física de la institución, es decir, más de un centenar de espacios, se encuentra en condiciones aptas y totalmente seguras para que estudiantes, docentes y personal administrativo se reintegre a sus actividades.
Aunque algunos edificios presentan daños (paredes agrietadas, cristales rotos, fisuras en muros y losetas desprendidas), ninguno compromete la estructura de los edificios y por lo tanto, la seguridad de los universitarios.