POR Tonantzin ROMERO
La labor de los trabajadores de la salud siempre ha sido importante para la sociedad, es innegable que son profesionales indispensables. Podemos destacarlos por su entereza, su valor y sobre todo su dedicación.
Durante esta pandemia nos han demostrado su fortaleza, resalta la labor de los y las enfermeras pues son quienes se brinda cuidados a los pacientes, son quienes, ahora, están en la primera línea de batalla contra el coronavirus y contra muchas otras enfermedades.
Son sencillamente héroes y heroínas que decidieron dedicar su vida al cuidado de los enfermos, los heridos y de quien necesite de su trabajo. Han arriesgado su propia salud e incluso su integridad física, el miedo nos hizo volcar nuestro enojo y temor sobre ellos, a quienes les deberíamos tratar con el mayor respeto posible.
México es el país en donde ha habido mayor numero de muertes de médicos y enfermeras por Covid-19; sin embargo, esto no ha hecho mella en su trabajo, cansados, lastimados, con miedo e incluso decepcionados siguen yendo a laborar, su espíritu incansable los mantiene de pie, luchando por salvar vidas.
Son los y las enfermeras quienes cuidan directamente a los pacientes, sus pacientes, esperando su pronta recuperación, brindándoles compañía, atención, son quienes los curan, los limpian y procuran por su bienestar cuando la familia no puede.
Hoy, en México, celebramos a todas las personas que se dedican a la enfermería, por eso hablamos con Reyna Albino, enfermera desde hace ya más de 10 años, quien nos cuenta cómo ha sido trabajar durante la pandemia.
Como enfermera, Reyna, ha trabajado hasta 36 horas continuas y comenta “Mi dedicación es por amor. Mi entrega y pasión es por salvarle la vida a mis pacientes, por verlos recuperados y para que tengan una buena calidad de vida”
Sabe, de primera mano, que si las personas que se recuperaron de Covid-19 no se cuidan podrían volver a enfermarse, por eso recomienda energéticamente seguir con los protocolos sanitarios adecuados: el uso de cubrebocas; guardar la sana distancia; evitar, en lo posible, salir; el lavado de manos constante y evitar aglomeraciones.
Ella sabe que la pandemia todavía va para largo, que los hospitales están llegando a su máxima capacidad “nosotras luchamos por cuidar a más pacientes; en una jornada normal nos tocaban 20 pacientes por turno, ahora es el doble o, en ocasiones, el triple” después de su trabajo debe llegar a casa y continuar las labores del hogar, siempre manteniendo las medidas necesarias para evitar llevar el virus a casa.
Le preocupa su familia y su propia salud, pues está embarazada, aún así, ella sigue dando todo su esfuerzo por ver sanos a sus pacientes, ella es un verdadero “Ángel blanco”.
Po respeto a su trabajo, por solidaridad, por nuestra salud y la de nuestra familia, quedémonos en casa.