Redacción
Eduardo Verástegui, conocido por su carrera en la actuación y la música, ha recibido un revés en sus aspiraciones presidenciales, ya que el Tribunal Electoral de México ha ratificado la negativa del Instituto Nacional Electoral (INE) para permitirle continuar con la recolección de firmas para su candidatura independiente. La solicitud de prórroga que buscaba extender el plazo hasta el 6 de enero fue rechazada, dejando a Verástegui fuera de la competencia por la presidencia en las elecciones del 2 de junio.
El 21 de diciembre, el INE rechazó la solicitud de Verástegui, argumentando que no había cumplido con los requisitos necesarios para la obtención de firmas de apoyo ciudadano. Posteriormente, el Tribunal Electoral, la última instancia en cuestiones electorales en México, respaldó la decisión del INE al denegar la apelación presentada por el aspirante.
Verástegui buscaba reunir 1 millón de firmas para respaldar su candidatura independiente, una tarea desafiante sin el respaldo de algún partido político. Su petición de utilizar formatos físicos en lugar de la aplicación digital oficial también fue rechazada, lo que complicó aún más su situación.
La reacción de Verástegui no se hizo esperar. Tras conocer el veredicto del Tribunal, expresó su descontento, afirmando que el INE y el Tribunal Electoral no respetan los derechos ciudadanos y alegando que estos organismos no cumplen su función de manera adecuada.
Las leyes mexicanas establecen claramente que solo aquellos aspirantes que cuenten con el respaldo de partidos políticos con registro federal pueden postularse para la presidencia. Para candidaturas independientes, se exige la obtención de al menos 970,000 firmas distribuidas en 17 estados del país. Verástegui argumenta que las fallas en la aplicación móvil del INE dificultaron la obtención de firmas, lo que considera una limitación a los derechos de los ciudadanos.
A pesar de este revés, Eduardo Verástegui ha anunciado su intención de continuar su búsqueda presidencial en el futuro. No obstante, planea adoptar un enfoque diferente, ya que tiene la intención de formar su propio partido político. Este cambio estratégico sugiere que Verástegui busca explorar nuevas vías para involucrarse en la política y presentar sus ideas a los ciudadanos mexicanos.
Este episodio destaca las complejidades y desafíos que enfrentan los candidatos independientes en México, donde las normativas electorales establecen requisitos rigurosos para garantizar la representatividad y el respaldo ciudadano. El caso de Verástegui también arroja luz sobre el papel del Tribunal Electoral como árbitro final en disputas electorales significativas.