REDACCION
El interés por la producción audiovisual le nació a Humberto Gómez (San Andrés Larráinzar, 1988) en 2013, año en que asistió a un taller ofrecido por el Centro de Capacitación Cinematográfica en San Cristóbal de Las Casas.
Después de tomar ese curso el artista chiapaneco, quien dice no ser cineasta sino realizador audiovisual, decidió estudiar la licenciatura en comunicación intercultural en la Universidad Intercultural de Chiapas. Fue así como empezó a indagar más sobre la cultura de los pueblos originarios para poder registrarla en video.
Tres filmaciones
En 2013, tras la capacitación, grabó su primer corto documental: Vayijeletik animales protectores. En 2014 obtuvo una beca por parte de la entonces Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), con la que pudo realizar su segundo documental: Sat yelov jlumal-Rostros de mi pueblo, que aborda la falta de interés de los jóvenes indígenas por conocer su identidad y hablar la lengua materna.
Humberto Gómez señala que también fue ganador del Estímulo Gabriel García Márquez para la Creación Cinematográfica en México y Centroamérica, un programa de apoyo del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) que tuvo como objetivo fortalecer la producción fílmica relacionada con la diversidad cultural en el país.
En entrevista con Notimex, Humberto Gómez dice que con ese estímulo realiza el proyecto “Jvabajom-Músico”, su primer largometraje que se encuentra en la parte de edición, ya casi listo para salir a la luz:
—Mi primer largometraje, en el cual estoy trabajando todavía, trata sobre un músico tradicional que muestra la importancia de la música en la comunidad y cómo su labor de músico nos lleva a conocer el sistema de cargos que prevalece en el pueblo.
El básquet en las comunidades
Cabe mencionar que la música tradicional es un elemento muy importante en todas las celebraciones.
Precisa Humberto Gómez:
—El personaje principal de mi largometraje es el músico tradicional Roman Montejo, quien nos va mostrando su camino a través de todos los cargos tradicionales, y lo que ello implica, desde la cuantía de los gastos hasta el sentir de cada uno de los responsables.
El joven oriundo de San Andrés Larráinzar indica que actualmente también es beneficiario del Estímulo a la Creación y el Desarrollo Artístico por su trabajo “Las memorias del basquetbol”, documental de aproximadamente media hora sobre la importancia de este deporte en las comunidades tzeltales y tsotsiles de Chiapas.
Luego de su recuento laboral en estos poco más de cinco años, tras de haber descubierto el cine como herramienta de comunicación y difusión, Humberto Gómez dice que, como “la cultura es cambiante”, este es “el momento para registrar lo que hay en los pueblos originarios”:
—Ahora es el momento de mostrar estas cosas, porque quizás mañana ya no puedan existir estas situaciones. Posiblemente ya no tengamos a un músico tradicional que pueda mostrarnos esa diversidad.
Asimismo, mediante su obra busca exhibir toda esa riqueza cultural existente en las comunidades indígenas: Y tal vez, no lo sabe, los jóvenes, al mirar sus cintas, “puedan de alguna forma tomar algunos de estos caminos para fortalecer la cultura de los pueblos originarios”.
Desinterés por el arte
Además de realizar documentales, Humberto Gómez también se ha enfocado en el desarrollo de obras y propuestas en tsotsil. En 2014, su cuento “Vayijel” fue publicado en tsotsil y español en el libro Stso’op joj, Nido de cuervos de la Unidad de Escritores Mayas-Zoques AC.
El joven hablante de su lengua materna ha llevado a cabo traducción de guiones y traducción simultánea español-tsotsil, así como la organización de diversas actividades culturales. En 2011 fue actor y traductor en el programa infantil Viva la pelota de la serie “La familia indígena”, transmitida por el Sistema Chiapaneco de Radio y Televisión.
Como se aprecia, la realización de documentales no es la única opción cultural en la carrera de Humberto Gómez. También ha llevado cine a las comunidades indígenas de Chiapas, como una forma de mostrarle a la gente la diversidad temática de películas, pues “no todo es cine de acción”.
El también secretario de la Unidad de Escritores Mayas-Zoques AC, desde 2015, señala su intento de instalar una galería en San Andrés Larráinzar, pero se ha encontrado con el desinterés de la gente por el arte:
—Al final de cuentas son procesos, pero estamos en el camino promoviendo. Uno de los problemas que nos afecta bastante es que las instituciones no apoyan estos procesos, estas propuestas, porque se dice que no son necesarios, pero el arte sí lo es en los pueblos. Nos damos cuenta que podemos cambiar vidas a través del arte.
Antes de terminar la entrevista, Humberto Gómez se siente orgulloso de decir que al trabajo que le ha ido mejor, de todos los que a la fecha ha producido, es Animales protectores, documental que se ha exhibido en Guatemala y en Suiza, además de recorrer muchas ciudades de México:
—El arte cambia nuestras vidas —asevera el realizador audiovisual—. Yo era un chico que no tenía muchas oportunidades, pero a partir de un taller cultural que se vino a dar en estos espacios cambió por completo mi vida. Ojalá siga habiendo más talleres de este tipo de proyectos que cambian vidas.
Durante el rodaje
