El italiano Leonardo di Ser Piero da Vinci fue uno de los grandes maestros del Renacimiento, famoso como pintor, escultor, arquitecto, ingeniero y científico. Su profundo amor por el conocimiento y la investigación fue la clave de su comportamiento tanto artístico como científico.
Entre sus más reconocidas obras se encuentran: “Hombre vitruviano”, “La última cena”, “La anunciación”, “Retrato de Ginevra de’ Benci”, “La Virgen de las rocas”, entre otros. Pero sin más que decir, la “Mona Lisa”, también conocida como “La Gioconda” (Lisa Gherardini); óleo sobre madera pintado entre 1503 y 1506, es la más icónica. Pero no fue tan famosa hasta un escándalo que la repuntó alrededor del planeta, gracias a un robo.
La pintura fue vendida al Rey Francés Francisco I, después de la muerte de da Vinci en (15 de abril de 1452 – 2 de mayo de 1519) y llevada al consagrado museo Museo del Louvre en Francia, lugar en donde aún sigue dicho retrato.
En 1911, un joven italiano Vincenzo Peruggia, quien fue contratado por el museo para hacer cajas de vidrio protectoras. Había pensado primero en robar una pintura de Mantegna, otro pintor italiano, pero se decidió por la “Mona Lisa” porque alguien le dijo que era la pintura más espectacular del Louvre, en parte porque era pequeña (mide 53cm x 77cm), asegura Coignard. Autoridades del museo se percataron 26 horas después que la pintura no se encontraba en su lugar. El objetivo de Peruggia, era devolver dicha pieza a su tierra natal y la locura de los medios ante esta situación duró 28 meses. Hasta 1913 que fue recuperada, restaurada y puesta en exhibición, la cual tuvo en su segundo día 10.000 personas admirándola y hoy cada día la visitan más de 8.000.000 de turistas, artistas, estudiantes, estudiosos y con todo tiempo de enfoques: social-histórico-cultural.
Infinidad de hipótesis corren alrededor del mundo y en una de ellas se dice que Leonardo se inspiró en Gian Giacomo da Oreno, el supuesto amante. Sin embargo, el entonces presidente, Silvano Vincetti, detalló que se habían llevado a cabo algunas investigaciones que permitieran tener una mayor certeza sobre las ambigüedades en la pintura, por parte del Comité Nacional para la Valorización de Bienes Históricos y Culturales de Italia.
En principio, se destacó que las iniciales “L” y “S” que se esconden en las pupilas hacían referencia a el alias de aquel con el que sostenía una relación. Ya que, una de las teorías que sostiene que “La Gioconda” puede revelar algunos rasgos del amante de Ser Piero, es el número 72. Se destaca que, desde la mística del artista, el 2 hace referencia a la armonía entre lo masculino y femenino. Por esta y otras razones, especialistas como Silvano Vincetti han descrito a la “Mona Lisa” como “una verdad a medias”.
Gian Giacomo o popularmente se le conoce como “Salai”, fue joven de clase trabajadora a quien Leonardo llamó “pequeño diablo”, llegó a su vida cuando tenía 10 años. Para entonces, el artista se aproximaba a los 30. Pese a haber estado más de 25 años con Da Vinci, la información sobre su vínculo no es tan vasta como se esperaría. Lo que sí se sabe es que fue una de las personas clave para su obra pictórica. Fue el modelo detrás de “Baco” (1510-1515) y “San Juan Bautista” (1513-1516).
Cabe destacar que no toda la comunidad del arte está de acuerdo con las observaciones, por ejemplo, Martin John Kemp: historiador británico, comisario de exposiciones y experto en la vida y obra de Leonardo, dijo ser una “mezcla entre lo conocido, semiconocido e inventado”
En 2021 se volvió a tocar la posibilidad de que “La Gioconda” tuviera algunas pistas del supuesto amante, ya que entre marzo y junio Amazon Prime Video, estrenó una serie en nombre de este referente histórico y quien dio vida a Caprotti da Oreno fue Carlos Cuevas, Pol Rubio en Merlí.
