Redacción
La noticia ha sacudido al mundo del fútbol americano: Larry Allen, uno de los linieros ofensivos más legendarios de la historia de la NFL, ha fallecido repentinamente a los 52 años mientras estaba de vacaciones en México. Allen, miembro del Salón de la Fama desde 2013, dejó una marca indeleble en los Dallas Cowboys, con quienes ganó el Super Bowl XXX y fue un pilar fundamental en la línea ofensiva durante más de una década.
El equipo de la Estrella Solitaria confirmó el trágico suceso en un comunicado oficial, expresando su profunda tristeza por la pérdida de una de sus grandes figuras. Allen, quien también formó parte de los San Francisco 49ers al final de su carrera, fue conocido por su excepcional habilidad atlética y una fuerza sobrehumana que imponía respeto en todos sus rivales.
Larry Allen se unió a los Dallas Cowboys en 1994 tras ser seleccionado en la segunda ronda del Draft. Desde entonces, demostró ser no solo un jugador excepcional, sino también un líder en el campo y un compañero invaluable para sus equipos. Su contribución fue crucial en la victoria del Super Bowl en 1995, donde los Cowboys vencieron a los Pittsburgh Steelers.
Durante sus 14 temporadas en la NFL, Allen fue seleccionado 11 veces para el Pro Bowl y se ganó un lugar en el Salón de la Fama por su destacada carrera. Su legado trasciende más allá de sus estadísticas impresionantes; fue un ejemplo de dedicación, espíritu competitivo y lealtad hacia los Cowboys, dejando una huella imborrable en la historia del equipo y del fútbol americano en general.
La NFL también lamentó la partida de Larry Allen, describiéndolo como una leyenda que inspiró a muchos dentro y fuera del campo. Su impacto en el deporte será recordado por generaciones, y su pérdida deja un vacío en la comunidad de la NFL que será difícil de llenar.
Aunque su carrera terminó en 2007 con los San Francisco 49ers, Larry Allen continuó siendo un ícono y un modelo a seguir para los jóvenes jugadores. Su influencia se extendió mucho más allá de los límites del campo de juego, dejando un legado que perdurará para siempre en la memoria de los aficionados y la comunidad deportiva.
