Redacción
El mundo del tenis ha sido sacudido por el reciente incidente que ha envuelto a Jannik Sinner, el número uno del ranking mundial. Durante el Masters 1000 en Indian Wells, Sinner ha dado positivo en un control antidopaje debido a la presencia de clostebol, un esteroide anabolizante prohibido. Sin embargo, la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) ha declarado al jugador inocente, atribuyendo el error a una sustancia usada por su fisioterapeuta.
A pesar de la conclusión de la ITIA que exime a Sinner de culpa directa, el tenista ha aceptado la pérdida de los puntos y ganancias del torneo de Indian Wells, que se celebró entre el 3 y el 17 de marzo de 2024. La decisión fue tomada tras un análisis exhaustivo que determinó que Sinner no había cometido ninguna falta o negligencia, aunque el resultado positivo se produjo en dos controles distintos.
El tribunal independiente ha confirmado que Sinner no ha infringido ninguna norma deliberadamente. El tenista italiano ha manifestado su intención de dejar atrás este episodio y ha reiterado su compromiso con el programa antidopaje de la ITIA. Sinner se ha comprometido a continuar respetando las reglas y ha destacado el rol meticuloso de su equipo en el cumplimiento de las normativas antidopaje.
El fallo ha generado una fuerte reacción en el mundo del tenis. La Asociación de Tenis Profesional (ATP) ha expresado su satisfacción por la inocencia de Sinner, celebrando que no se haya encontrado negligencia por parte del jugador. No obstante, la decisión ha sido criticada por algunos colegas, que consideran que el fallo es insuficiente dadas las circunstancias.
Nick Kyrgios ha calificado el incidente como «ridículo» y ha sugerido que, independientemente de la intencionalidad, la presencia de una sustancia prohibida en dos pruebas debería conllevar una suspensión más severa. La frustración también ha sido expresada por el francés Lucas Pouille, quien cuestiona el trato recibido por Sinner en comparación con jugadores suspendidos por infracciones menores.
