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Sergio ‘Checo’ Pérez no pudo tener peor suerte en el Gran Premio de Hungría, ya que en la primera práctica (P1) se estrelló apenas a los tres minutos de iniciada la sesión. El mexicano perdió el control de su Red Bull, tocó el césped y chocó contra las protecciones, provocando la bandera roja.
El impacto dejó daños en el pontón y parte del suelo del monoplaza, mostrando el esfuerzo del equipo por mejorar el rendimiento del RB19 para el fin de semana. A pesar de quedar por delante en las P2 y P3, el tiempo juega en su contra y la presión aumenta, ya que Pérez necesita resultados positivos tras cinco grandes premios sin clasificar a la Q3 y con resultados poco satisfactorios en cuanto a podios.
La lluvia también complicó la situación, limitando las opciones de todas las escuderías, que se vieron obligadas a utilizar neumáticos intermedios. Con un fin de semana largo por delante, ‘Checo’ Pérez tendrá que enfrentar nuevos desafíos y buscar soluciones para mejorar su desempeño en la clasificación y en la carrera.
El mexicano expresó su incredulidad tras el accidente, consciente de que necesita aprovechar cada oportunidad para obtener mejores resultados. El equipo de Red Bull estará trabajando arduamente para reparar los daños en el monoplaza y brindar el mejor soporte posible al piloto en las siguientes sesiones del Gran Premio.
La esperanza sigue viva para Sergio ‘Checo’ Pérez, quien buscará superar los obstáculos y encontrar su camino hacia el éxito en el circuito húngaro. Con la determinación y el talento que lo caracterizan, el piloto mexicano se enfrenta a un desafío que pondrá a prueba su habilidad y capacidad para sobreponerse a las adversidades en el competitivo mundo de la Fórmula 1.