Redacción
La Selección Mexicana conquistó la Copa Oro 2025 tras vencer a Estados Unidos por 2-1 en una final vibrante disputada en Houston. El equipo dirigido por Javier Aguirre demostró solidez táctica y mental, superando un inicio complicado tras recibir un gol temprano. Con este título, México reafirmó su dominio en el torneo de selecciones más importante de la región.
Raúl Jiménez fue determinante al empatar el partido al minuto 27, devolviendo el ánimo a un equipo que lucía desconcertado tras el tanto inicial de Richards. Posteriormente, Edson Álvarez concretó la remontada al minuto 77, tras una jugada colectiva que reflejó el crecimiento del equipo durante el torneo. México controló el ritmo del encuentro durante la mayor parte del tiempo.
El escenario de la final fue el NRG Stadium de Houston, que reunió a más de 70,000 espectadores para presenciar una de las rivalidades más intensas del fútbol de Concacaf. La afición mexicana tuvo una presencia notable, apoyando con fuerza en cada jugada. El ambiente fue eléctrico, digno de una final continental.
México se impuso no solo en el marcador, sino también en las estadísticas del partido. La posesión del balón fue ampliamente favorable al Tri, con un 61%, lo que reflejó su capacidad de controlar el encuentro. Además, generó más llegadas al arco rival, con un total de 16 disparos, de los cuales 8 fueron a puerta.
Por su parte, Estados Unidos tuvo un arranque prometedor, pero no logró mantener el mismo nivel durante el resto del encuentro. A pesar de algunos intentos ofensivos, su producción fue limitada, con solo 5 tiros totales. La defensa mexicana respondió con solidez, neutralizando las opciones más peligrosas del conjunto estadounidense.
En el aspecto disciplinario, el partido fue intenso, aunque mayormente limpio. México recibió dos tarjetas amarillas, mientras que su rival fue amonestado en una sola ocasión. Este control permitió que el encuentro fluyera con dinamismo y sin mayores interrupciones.
Con esta victoria, México sumó un nuevo trofeo a su palmarés y dio señales claras de una renovación exitosa bajo la dirección de Javier Aguirre. El equipo demostró cohesión, talento y carácter competitivo, elementos que lo proyectaron como favorito en futuras competencias internacionales.
