Redacción
La actriz Bonnie Aarons ganó gran notoriedad gracias a su icónico papel como la monja demoníaca Valak en la saga de películas de terror «El Conjuro». Su primera encarnación de Valak tuvo lugar en la secuela de «El Conjuro», y próximamente volverá a interpretar el papel en «La Monja II». Sin embargo, Aarons presentó una demanda contra Warner Bros., así como contra New Line Cinema y Scope Productions, alegando que no se le pagó adecuadamente por la mercancía relacionada con su imagen, en virtud de una cláusula de su contrato.
Originaria de Estados Unidos, Bonnie Aarons ha participado en diversas películas, incluyendo «El Diario de la Princesa», pero su interpretación más conocida es la del demonio Valak en las películas del universo de «El Conjuro». Su carrera comenzó en Europa antes de debutar en la pantalla estadounidense en 1994. En 2022, se anunció su participación en la película de terror «Camp Pleasant Lake».
Aarons argumenta que Warner Bros. ocultó los ingresos reales que le corresponden por la mercancía relacionada con su imagen como Valak. La demanda se enfoca en un acuerdo que garantizaba a Aarons un porcentaje de las ganancias derivadas de la venta de mercancía que presenta su imagen.
La actriz afirma que los informes financieros proporcionados por Warner Bros. no reflejaban adecuadamente las actividades extensas de comercialización relacionadas con su personaje.
La demanda de Bonnie Aarons contra Warner Bros. se produce en medio de las huelgas en Hollywood de los sindicatos como el de Guionistas de Estados Unidos y el de Actores de Cine-Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión luchando por mejores condiciones laborales.
Además, la huelga exige los pagos de residuales para actores y guionistas cuando sus trabajos se retransmiten. Estos pagos se han visto afectados por la proliferación de servicios de transmisión en línea. Los sindicatos buscan aumentar estos pagos para compensar las pérdidas y también abogar por protecciones en relación con la inteligencia artificial en la industria del entretenimiento.
En el caso específico de Bonnie Aarons, la acusación de incumplimiento de contrato se centra en la falta de pagos justos y transparentes por el uso de su imagen en la mercancía relacionada con su personaje Valak. La actriz busca recibir su parte adecuada de los beneficios generados por esta mercancía.
La demanda de Bonnie Aarons expone los desafíos que enfrentan los actores y profesionales de la industria del entretenimiento en relación con sus compensaciones y derechos en un contexto de cambios tecnológicos y transformación en la forma en que se distribuye y consume el contenido audiovisual.