REDACCIÓN
Por última vez, el cantante y acordeonista mexicano Celso Piña estuvo en un escenario, donde al ritmo de Aunque no sea conmigo y Los Caminos de la vida, cientos de seguidores le dieron el último adiós.
Un pequeño entarimado fue colocado a las afueras de la Basílica de Guadalupe de Monterrey, donde tras la misa de cuerpo presente estaba planeado hacer sonar algunos de sus éxitos para acompañar la partida del cortejo fúnebre y así continuar con el recorrido por las calles que vieron crecer al “Rebelde del Acordeón”, cuyo destino final es el Cerro de la Campana.
La ceremonia religiosa concluyó, el féretro se cerró y fue llevado ante el escenario armado previamente por la empresa de representación del cantante. Ahí se mantuvo por varios minutos, rodeado de sus fans que no dudaron en cantar y bailar en honor a su artista, a quien le aplauden que siempre fue uno de los suyos, del pueblo, y que nunca «se le subió» la fama.
Fue a las 12:00 horas cuando los restos mortales del regiomontano ingresaron a la Basílica, recinto que lucía a su máxima capacidad. Rápidamente los celulares comenzaron a aparecer para grabar el momento y capturar una última imagen de él, aunque fuera en su féretro.
Oficiada por el padre Juanjo Martínez, la misa inició instantes después y, tras comentarios de la tristeza colectiva que se percibía en el recinto, comenzó la ceremonia.
“Hoy que estamos despidiendo a nuestro hermano Celso, quiero decirles que debe ser un momento de alegría en la fe, tristeza en el corazón porque físicamente ya no estará con nosotros, pero alegría en la fe porque su legado trasciende y eso es lo que el Señor quiere”.
Al centro de la Basílica el féretro, el cual la familia decidió abrir, y a su alrededor imágenes del intérprete de Cumbia sobre el río, Cumbia poder y Reina de cumbias, por mencionar algunos de sus éxitos.
“Sabemos que los caminos de la vida son difíciles, no son como pensamos, y en ningún momento pensaron que sería así la partida”, continuó el padre. “Familia, la tristeza nos va invadir, pero continúen su legado. La misión de Celso no se acaba, continúa”.
Gritos de “¡Arriba Celso», porras y aplausos interrumpieron por momentos la emotiva ceremonia en la que algunos fans no pudieron contener las lágrimas.