*El productor chileno que desde los años 60 desarrolló su carrera profesional en México, deja como legado más de 60 melodramas.
México.- El productor chileno Valentín Pismtein, considerado «el Padre de la telenovela rosa», deja un legado de más de 60 melodramas entre los que destacan «Mundo de juguete», «Los ricos también lloran», «Rosa salvaje», «Vivir un poco», «El amor tiene cara de mujer» y «Chucho, el roto».
Junto a Ernesto Alonso, Pimstein es uno de los pioneros de las también llamadas teleseries en México, creadas en específico para la cadena Telesistema Mexicano ahora conocida como Televisa y cuyas aportaciones han inspirado a productores como Juan Osorio, Lucero Suárez y Nicandro Díaz, por mencionar algunos.
Se ganó el apodo de «El Padre de la telenovela rosa» porque la mayoría de sus historias tratan de amor, pero el rasgo más característico es que en sus relatos podía pasar cualquier situación por más inverosímil que pareciera.
Valentín Pimstein Weiner nació en Santiago de Chile el 9 de agosto de 1925, fue el séptimo de los nueve hijos de una familia ruso-judía. Su pasión por las historias románticas surgió gracias a su madre, consumidora de radionovelas y cine mexicano.
Al cumplir la mayoría de edad, Pimstein se trasladó a México, donde consiguió trabajos como auxiliar de un club nocturno y, durante el día, asistente de dirección de un estudio cinematográfico; en esa época conoció a Emilio Azcárraga Milmo, propietario de Telesistema Mexicano.
Durante los años 60 comienza a laborar como productor en Telesistema, empresa en la cual crea sus primeras telenovelas: «El amor tiene cara de mujer», «Mundo de juguete», «Pobre Clara», «Barata de primavera», «La venganza», «Rina», «Doménica Montero» y «Viviana».
Gracias a su visión de las historias «rosas» logró que los melodramas mexicanos alcanzaran la internacionalización, siendo «Los ricos también lloran» con Verónica Castro la emisión que abrió este camino.
Pimstein además catapultó las carreras de las actrices Lucía Méndez, Verónica Castro, Angélica Aragón, Edith González y Victoria Ruffo, quienes protagonizaron algunas de sus producciones como «Colorina», «Soledad», «El hogar que yo robé», «Vanessa», «Chispita», «Bianca Vidal», «Amalia Batista», «La fiera», «Vivir un poco», «Monte Calvario», «Rosa salvaje» y «Carrusel».
A estos trabajos le siguieron «Simplemente María», «La pícara soñadora» y «María Mercedes»; en 1994 asumió el cargo de vicepresidente de Telenovelas en Televisa, desde el cual supervisó el trabajo de un grupo de productores nóveles.
Entre ellos Juan Osorio, Pedro Damián, Angelli Nesma Medina, José Alberto Castro, su hija Verónica Pimstein, Lucero Suárez, Martha Patricia López de Zatarain, Salvador Mejía Alejandre, Nicandro Díaz González e Ignacio Sada Madero.
De manera paralela ocupó el cargo de Consejero de la Presidencia del consorcio televisivo y desde esas plataformas intentó llevar a prestigiosos escritores chilenos, como José Donoso, Antonio Skármeta y Sergio Vodanovic a la escritura de teleseries.
Sin embargo sus planes quedaron truncos tras verse obligado a dejar sus cargos ejecutivos en la empresa, a lo que siguió la muerte de Azcárraga Milmo y la consiguiente llegada de una nueva administración a Televisa, por lo cual renunció a Televisa en el año 1997. A manera de homenaje, la periodista Tere Vale escribió en 2016 el libro «Valentín Pimstein: Una vida de telenovela».
El productor chileno se casó con Victoria Ratinoff, con quien procreó a Víctor, Viviana y Verónica. Ésta última también trabajó como productora y sufrió un secuestro en la Ciudad de México; tras recuperarse, trabajó como ejecutiva en Sony Pictures.
Pimstein falleció la mañana de ayer martes 27 de junio en su natal Chile. Tenía a los 91 años de edad.