Redacción
John Wick, el icónico personaje interpretado por Keanu Reeves, regresó a la gran pantalla el pasado mes de marzo con su cuarta entrega cinematográfica. Aunque se había especulado sobre esta entrega como el cierre de la franquicia, el presidente de Lionsgate Motion Picture Group sorprendió a los fanáticos al confirmar que habrá una quinta película de John Wick.
A pesar de la petición del actor de poner fin al personaje, los productores decidieron mantener un pequeño margen de incertidumbre. Aunque la película sugiere la muerte de John Wick y su entierro, su cuerpo no se muestra dentro del ataúd, dejando la puerta abierta a futuras resurrecciones. El estudio aprovechó este margen de posibilidad para dar luz verde a una quinta entrega.
Keanu Reeves se convirtió en una figura emblemática del cine de acción debido a su dedicación y entrenamiento para realizar sus propias acrobacias. Su papel en «Otro Día Para Matar» consolidó su estatus como protagonista de acción y renovó la confianza de los espectadores en él. Sin embargo, la cuarta entrega de John Wick marcó un giro inesperado, ya que fue el mismo Reeves quien solicitó la muerte de su personaje.
La franquicia John Wick se destaca por su trama sencilla pero efectiva, centrada en las espectaculares escenas de combate y persecución, coreografiadas de manera magistral. La dirección de Chad Stahelski, con su experiencia como doble de acción, fortaleció la calidad de las secuencias de acción y permitió el desarrollo de un universo cinematográfico único lleno de asesinos a sueldo y reglas peculiares.
El productor Basil Iwanyk reveló que fue Reeves quien solicitó la muerte del personaje debido al desgaste físico y emocional que le causaba, pero también señaló que el actor es abierto a escuchar sugerencias y críticas.
La posibilidad de un quinto capítulo está en el horizonte, pero los creadores desean justificar su regreso de manera significativa y emocional.