POR Guadalupe DE LA CRUZ
“Cada temporada invernal significa días sin lluvia, noches más largas y mañanas más frías, así como inversiones térmicas, que deterioran la calidad del aire, que se agravan con el aumento de contaminantes por la quema de llantas, fogatas, fuegos pirotécnicos e incendios forestales propias de las festividades de diciembre”.
Lo anterior fue expresado por el secretario de Medio Ambiente del gobierno del Estado de México, Jorge Rescala Pérez durante la conferencia de prensa “Calidad del aire y festejos de Navidad y Año Nuevo”, quien además alertó sobre otros efectos negativos después del incremento en los niveles de contaminación del aire, como el aumento en contagios por COVID-19.
Por lo que señaló que es necesario sumar esfuerzos y voluntades entre autoridades gubernamentales y la sociedad, para concientizarlos sobre cómo prevenir los efectos de la contaminación atmosférica en esta temporada.
En su oportunidad Horacio Riojas, director de Salud Ambiental del Instituto Nacional de Salud Pública, destacó que los efectos a corto y largo plazo en la Salud asociados con la contaminación del aire -están comprobados- como la irritación de nariz, dolores de cabeza y reacciones alérgicas, además un incremento en infecciones en vías respiratorias incluyendo influenza y ahora COVID-19.
Mientras que a largo plazo se presentan enfermedades cardiovasculares, cáncer de pulmón, entre otras, “de acuerdo a un análisis que hemos hecho sobre el impacto de la contaminación del aire que tiene que ver con el COVID, se determinó que sí es un factor para que los casos sean más graves, pues la exposición a la contaminación disminuye la respuesta inmunológica frente a estas agresiones virales”.