Guadalupe de la Cruz
La violencia de género está siendo atendida en el Estado de México, a fin de erradicarla y construir una entidad donde hombres, mujeres, niños, niñas, jóvenes y adultos mayores puedan convivir libremente.
Así como existe un Instituto de la Mujer que atiende las necesidades de este sector, el gobierno mexiquense se dio a la tarea de crear un Centro de Masculinidades Positivas, donde los varones son atendidos y escuchados.
Por años se enfoco en ayudar, atender, y resolver las necesidades y problemáticas que aquejaban a las mujeres, quienes en la mayoría de los casos sufren de violencia por parte del sexo opusto.
Sin embargo, también existen hombres que han sido maltratados por una fémina y quienes necesitan recibir el mismo trato que se le brinda a la mujer, a fin de poder crear ese círculo de igualdad de género.
CENTROS
Actualmente existen siete Centros de Masculinidades en la entidad mexiquense, sin embargo se está trabajando para que estos sean conocidos y los varones acudan a solicitar el apoyo de los especialistas como abogados, psicólogos, médicos, entre otros, con el objetivo de ayudarles a cambiar su visión de la vida.
PSICÓLOGO
David González Romo, responsable de los Centros Desarrollo de Masculinidades de la Secretaría de la Mujer comentó que lo primero que buscan con el varón que llega a solicitar ayuda o es canalizado por parte de alguna instancia, es que identifiquen la forma en cómo se han relacionado con las mujeres, y así saber si han sido violentos o no, o en qué grado.
“En muchas de las ocasiones los hombres nos percibimos como víctimas dentro de las relaciones personales que tenemos con las mujeres, pero hay un desconocimiento en cuanto a la posición y condición que como hombres jugamos en nuestras relaciones cotidianas y mayormente con las mujeres”, indicó.
Si ha llegado a pasar, dijo, que hay hombres que son víctimas por parte del sexo opuesto, pero existe una situación importante, no he encontrado en el tiempo que llevo trabajando como psicologo dese el 2013 a un hombre que realmente sea un victima en la relación de pareja.
“Cuando llegan porque creen que son violentados por la mujer y aseguran que es una injusticia lo que están viviendo, empezamos a analizar toda la relación y encontramos que se perciben víctimas porque la mujer con la que vive ya no le quiere hacer caso, y ha decidido que no aceptará más violencia”, comentó.
Y en este contexto es ahí donde viene la tarea de reeducar a los compañeros hombres, porque empiezan a ver que ‘la mujer tiene el sartén por el mango’, a que le llaman a esta acción, que ella denunció, que empieza a ejercer sus derechos, pero cuando levantan la voz percibe que como hombre, eso no debería de pasar.
De igual forma señaló que el hecho de trabajar con los hombres es que conozcan que es la violencia, cuáles son las formas en las que se ejerce violencia, reconozcan cuáles son las prácticas y busquen la forma de erradicarla para poderse relacionar sanamente.
“Es difícil que un hombre reconozca que es violento y por eso, llegan a pedir ayuda, pero no por propia iniciativa sino que porque fueron denunciados por sus parejas o canalizados por alguna situación legal”, dijo.
PACIENTES
Ramón “N” uno de los pacientes que acuden al Centro, originario de Almoloya de Juárez, dijo que fue canalizado por instituto de la mujer después de una demanda que presentó su pareja ya que se separaron desde hace un año, y fue canalizado al Centro de Masculinidades.
“El apoyo que principalmente nos brindan a las personas es psicológica para conocer la raíz del problema y tratar de solucionarlo, por ejemplo mi pareja se llevó a mis hijos, yo no los puedo ver desde hace un año, aun cuando he cumplido con depositar la pensión alimenticia que se necesita para poder tener una convivencia sana”, precisó.
PROBLEMÁTICA
Desde que sucedió el problema con la madre de mis hijos, de 7 y 13 años, no he sabido nada de ellos, ya que los aisló totalmente de mi, hasta donde sé desde que nos separamos los niños no se han presentado a la escuela y se han ido de la casa donde vivíamos.
“Estoy tratando de hacer un esfuerzo por cambiar mi conducta y no quiero seguir el patrón de mi padre, porque muy chiquitos nos abandonó a mis hermanos, a mi madre y a mi, por eso estoy buscando ayuda y si ya no hay arreglo con la mama de mis niños por lo menos estar presente en la vida de ellos”, expresó
AYUDA
Ramón “N” comentó que cuando llegó estaba muy decaído, deprimido, sentía un dolor muy fuerte en el corazón, pero ademas sentia desesperacion y preocupación de no ver a sus hijos
“Yo deje de tomar durante siete años y los primeros meses después de la separación, empecé a tomar incluso pasó por mi cabeza consumir droga, pero gracias al apoyo de los psicólogos y a Dios, no sucedió, tengo 41 años pero no pensé en quitarme la vida”, dijo.
Por fortuna al acudir al Centro las atenciones han sido buenas y gratuitas por eso he asistido fielmente a mis sesiones, porque han cambiado mi forma de enfrentar la problemática que vivo, sin embargo, siento que en el juzgado segundo de lo familiar no están haciendo nada por acelerar el trámite de notificación de la madre de mis hijos para que yo pueda verlos y convivir con ellos, ya que desde el 17 de junio del año pasado no tengo ninguna respuesta hasta el momento.
De igual forma comentó que ha vivido en carne propia violencia por parte de su ex pareja tanto fisica como psicologica, porque a través de mensaje lo intimida y asegura que no volverá a ver a su hijos, por lo que se atrevió hacer un llamado a las autoridades para revisar su demanda y poder convivir de manera sana con sus hijos, “es lo único que pido, ver a mis niños”.
ESPECIALISTA
Damián Yáñez, especialista en equidad de género de la Universidad Autónoma del Estado de México dijo que la idea central de este tipo de lugares, es buena, sin embargo, nadie los conoce, y lo que hace falta es que los hombres acudan.
“No hay campañas de difusión para hombres que quieran ser atendidos. No hay campañas que expliquen a los hombres qué son esos centros, ya que las estadísticas de hombres atendidos son bajísimas”, señaló.
Finalmente precisó que ya que no se trata solo de esperar que los hombres vayan a esos centros, sino que hay que ‘reeducar’ con campañas sociales, hacer convenios con empresas para dar talleres, etc.