Los diferentes colectivos feministas tienen derecho a manifestarse, siempre y cuando no agredan a la sociedad, ni hagan destrozos.
Por Guadalupe de la Cruz
«Pobres mujeres, mi respeto y mi cariño, pero no mi aceptación; es necesario amarlas y perdonarlas», así lo expresó el Arzobispo de Toluca, Francisco Javier Chavolla Ramos, luego de ser cuestionado sobre los actos feministas realizados el pasado martes, donde decenas de mujeres marcharon por las principales calles de la ciudad exigiendo que se despenalice el aborto en la entidad.
Tienen derecho a manifestarse, dijo, pero no a causar destrozos, ni a agredir a la sociedad ni a las instituciones, bajo la bandera del aborto, “yo ofrezco mi vida a cambio de la del inocente, con tal de que ellas defiendan al inocente y este viva».
“Ellas quieren que se les respete y que el aborto sea legal, pero no respetan ni a la ley ni a las personas»; por lo que hizo un llamado a la comunidad católica para que se sume a la marcha por la vida, que se llevará a cabo el próximo domingo en la Ciudad de México.
Esta marcha por la vida, mencionó, es para profesar la fe que tenemos. La vida es un don de Dios y para nosotros es una riqueza, eso lo vamos a defender una y mil veces, hasta la eternidad.
De igual forma, el pastor de la Arquidiocesis local señaló que las movilizaciones feministas casi siempre llevan consigo destrucción de monumentos y pintas, «si bien a todos nos duele que los edificios públicos sean destrozados, más nos duele que sean destrozadas las vidas de los indefensos», refiriendose al aborto.
Monseñor Chavolla Ramos refirió que aunque la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) diga que no es violencia, no tiene la autoridad en la conciencia de los hombres, “vayamos a la conciencia del hombre, ese inocente tiene derecho a la vida. Lamentable es que sea lo contrario, es decir, lo que nace con la violencia se manifiesta en la violencia”.
Cabe señalar que la tarde del pasado martes, integrantes de movimientos feministas realizaron una marcha por la ciudad de Toluca para exigir a las autoridades la legalización del aborto, sin embargo, a su paso provocaron algunos destrozos a edificios públicos; en la catedral no pudieron realizar acciones de pintas, debido a que integrantes del movimento ProVida se reunieron afuera del recinto religioso para rezar y pronunciarse en contra de la legalización del aborto.