Llevan más de 18 meses cerrados y el 20 por ciento del total de las unidades económicas no volverá a abrir.
Por Guadalupe de la Cruz
Con la baja en el número de contagios y hospitalizaciones por Covid-19 en el Estado de México, se visualiza que el semáforo epidemiológico cambie de amarillo a verde, lo que beneficiará a las unidades económicas que llevan más de 18 meses sin abrir y que están deseperados por empezar a generar ingresos.
Mauricio Massud Martínez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) en el Estado de México, refirió que los empresarios del ramo esperan que en unos 15 días la entidad ya esté en color verde, lo que les permitiría tener música en vivo en sus negocios, acatando siempre los protocolos sanitarios para evitar posibles contagios del SARS-CoV-2.
“En los restaurantes, desde que se dio el cambio a semáforo naranja se han respetado todos los protocolos sanitarios, colocando las mesas a una distancia prudente, repartiendo gel antibacterial y tomando la temperatura, además de que los meseros y empleados utilizan careta, cubrebocas y guantes, por ejemplo”, dijo.
En cuanto a los horarios de cierre de bares, billares y cantinas, comentó que sería conveniente que pudieran hacerlo poco después de la medianoche, ya que nosotros (restauranteros) estamos cerrando a medianoche, entonces, creo que la parte del bar es una extensión donde la gente busca otro tipo de diversión, otro tipo de esparcimiento y podrían cerrar a las 02:00 de la mañana.
“Este sería un horario de funcionamiento, nosotros estaremos buscando que cerraran a las 02:00 de la mañana para que tenga sentido la reapertura, porque a las 12:00 horas sí es un horario muy recortado”, mencionó.
Además, dijo, en una primera etapa de reapertura, el aforo se plantea que sea del 50 por ciento en bares, billares y cantinas, pero hasta “que tengamos la certeza de que podamos ir al semáforo verde”, indicó el empresario.
Finalmente, Massud Martínez señaló que de las 10 mil unidades económicas que funcionan como bares, billares y cantinas en el Estado de México, alrededor del 20 por ciento no volverán a abrir después de 18 meses de pandemia, y el cambiar de giro resulta muy costoso.