Alelhi Rodríguez
El valor de estas joyas, va más allá de lo monetario. Ni diamantes, esmeraldas, rubís, u otras piedras conforman a estas alhajas, sino leche materna.
En 2017, Natalia González, diseñadora industrial y egresada del Tecnológico de Monterrey, se unió con Victoria Molina para emprender ‘Joyalacta’.
Un proyecto que nació por Victoria, cuando se convirtió en madre. “Ella tuvo a su primer bebé y decidió tener un recuerdo de su lactancia, entonces, ella empezó a investigar hasta que logró hacer una joya con su leche materna», platicó, Natalia.
Años después, la joven de 27 años, continuó con este proyecto y a la fecha elabora piezas únicas con el oro blanco de las mamás que tienen un significado emocional.
«Es para mí un honor hacerles una joya que encapsule esas memorias, porque al final también es el vínculo entre la mamá y el bebé, la primera vez que lo alimenta y el tenerlo cerca».
Natalia, es originaria del municipio de Toluca y sus joyas las ofrece vía redes sociales. Una vez que la contactan, ella muestra la variedad de diseños que puede realizar, pueden ser; dijes, aretes, pulseras, mancuernillas y más.
Proceso
Una vez que genera el vínculo con las madres de familia, Natalia solicita una cantidad de leche materna a la clienta.
Dependiendo el tamaño de la alhaja es la cantidad requerida, pero regularmente son de una a dos onzas.
«Recibo la leche y empezamos a procesarla, se deja un día, para que que se pueda hacer la separación de la grasita de la leche qué es lo que más ocupamos al hacer la joya”.
«Después de haber logrado la separación de la grasita con el agua se va poco a poco para después combinarla con las resinas para poder encapsularla y hacer el encapsulamiento de la leche materna», añadió.
Son corazones, huellas, gotas, las figuras más comunes que realiza con la leche y plata.
“Lo que me gusta es que las mamás ya me suelen recomendar entre ellas y así me voy dando a conocer”.
Para esta empresaria hacer estas piezas también tiene como objetivo fomentar la lactancia.
«Conforme me fui juntando un poquito más en este ambiente me di cuenta que es una etapa muy difícil para las mamás. Independientemente si es de un mes, tres meses, un año, cinco años yo creo que lo que haya durado la lactancia es importante valorar lo porque es la parte inicial detener tu bebé cerca».
Tiempo
Natalia, una vez que tiene la leche materna de las clientas, realiza un trabajo de aproximadamente cuatro semanas.
Asegura, qué cada una es de diferente tonalidad, debido a las características de la madre, lo que hace única cada joya.
«El PH de la mamá varía muchísimo hay veces qué depende de lo que comen durante esa semana o dependiendo las actividades que hacen son muchas variables que yo no controlo».
Precios
“La pieza más barata de 540 pesos, son dijes 5 milímetros y las piezas más caras es un conjunto de aretes con dije que está en mil 800 pesos así como unas mancuernillas de más de 2 mil pesos”.
En total esta mujer ha trabajado alrededor de 100 joyas mismas que ha destinado a varios estados de la República y hasta Estados Unidos.