Alelhi Rodríguez
El charal es una especie de 6 a 12 centímetros de tamaño que cultivan en la presa de Villa Victoria. La Semana Santa tiende a ser un periodo de mayor demanda hacia este producto, como una opción para deleitarse en una variedad de platillos.
En cocinas y restaurantes victorenses sazonan hasta 80 kilogramos de charales cada dos días, debido a la solicitud de los comensales.
Victor Hugo Velázquez, chef de profesión, cuenta que el producto que oferta en su restaurante es de calidad y destaca por ser fresco.
Ya sea fritos, en taco o acompañados de salsa verde, es como tradicionalmente se degustan por los asistentes.
«Empezamos con el lavado de los charales, se abren, después de ahí pasan al área de cocina, ya los ponemos a marinar con ajo, cebolla, pimienta y sal al gusto, todo esto va molido y macerado; ya después se ponen a freír, aquí la gente acostumbra pedirlo de entrada, como para estar picando y esperar el plato fuerte”, detalló.
En este municipio son 127 pescadores de charal los que abastecen a establecimientos de comida con este producto.