El Palacio del Poder Ejecutivo del Estado de México recibe a sus visitantes con cinco murales realizados por importantes artistas plásticos que muestran la esencia y dimensión de la entidad, así como la riqueza cultural del territorio estatal, esto con el propósito de inmortalizar tanto la obra como su contenido que es mudo testigo de la historia.
Estos murales, creados por Leopoldo Flores, Luis Nishizawa, Ismael Ramos y Ulises Licea, nacieron con el objetivo de celebrar el Centenario de la Revolución y el Bicentenario de la Independencia, así como la estrecha relación y desarrollo de estos movimientos en el Estado de México.
Quien desee conocer más sobre estas piezas de arte icónicas puede visitar el Palacio de Gobierno y conocer las piezas La Independencia, La Revolución, Forjadores del Estado de México, La construcción de un estado y Tierra de Dioses, obras monumentales que cuentan con una impecable técnica pictórica.
Al respecto, Carlos Héctor Torres, colaborador de la Secretaría de Cultura, comentó que el mural Tierra de Dioses, de Ismael Ramos, se encuentra en tres niveles y retoma el tema del patrimonio natural y cultural del Estado de México.
Está elaborado con la técnica de acrílico sobre tela y montado sobre madera brasileña que fue traída exprofeso.
Indicó que da muestra de la riqueza con la que cuenta la entidad y lo manifiesta a través de pirámides, edificios modernos, museos, el Cosmovitral, ejemplares de fauna, fiestas populares, mercados, plazas, piñatas, fiestas tradicionales, músicos de pueblos y de conservatorio, figuras mazahuas, los volcanes, al tiempo de que transmite un mensaje ecológico.
Asimismo, La Independencia, de Leopoldo Flores, comienza al revés de todos los murales, es decir, de izquierda a derecha, y permite ver las cuerdas y lanzas que apuntan a la campana de Dolores, además de que permite observar personajes vestidos de blanco, sin distinción de razas, para emanciparse del yugo español.
Realizado en acrílico sobre tela y sobre bastidores, en esta obra aparecen cien personajes retratados, todos apoyando la causa. Corren las ideas liberales, en esta pieza, Leopoldo Flores, experto en la figura humana, se plasma a sí mismo como testigo de su tiempo.
Mientras que en la obra Forjadores del Estado de México, de Ulises Licea, se muestra una lección de historia sintetizada, un árbol genealógico de los personajes que han dejado huella en diferentes disciplinas, políticos, militares, médicos, rectores universitarios, astrónomos, biólogos, pintores, educadoras, que han dado identidad a la entidad mexiquense, y hace un homenaje a los artistas plásticos, a través de un mosaico multicolor, hecho al óleo.
El mural La construcción de un estado es una pieza dedicada a la educación, y el cual fue realizado por Ismael Ramos y su hija Karla, en acrílico sobre tela.
En esta pieza destaca el papel de los albañiles y les rinde un homenaje, además hace énfasis en la aportación de la educación para construir el estado, el amor a México, la salud y los servicios, esta obra es una galería de quienes han llevado las riendas de la entidad.
Realizado con la técnica al temple, el mural La Revolución, de Luis Nishizawa, ubicado en el Salón del Pueblo, destaca elementos mexicanos y japoneses que ayudan a la solidaridad, el trabajo, la comunicación, la modernidad y la sabiduría ancestral.
Asimismo, muestra el resultado de la Revolución como fue la industrialización, los servicios de salud, la educación, el constitucionalismo, la reconstrucción del país, y destaca también el importante papel de las mujeres en este movimiento.