Alelhi Rodríguez
Irene Cárdenas, se dedica al bioarte sonoro; a las plantas y fluidos corporales es que extrae ondas sonoras para después hacer música. “Esto inicia hace más de cinco años, aproximadamente, con la idea de encontrar algo interior y darle sentido y de ahí es donde empiezo a generar bacterias de fluidos corporales con el afán de querer interpretarlos y saber de donde vienen así que empecé a generar máquinas sonoras para hacer traducciones”.
La joven originaria de Tenango Del Valle, traduce bacterias a frecuencias sonoras, a partir de la resistencia eléctrica y el PH, dice:
“Esto lo hago con un micro controlador que se llama arduino, tiene una entrada análoga y una salida digital, la entrada análoga es en donde llega la resistencia eléctrica; son datos y estos se traducen a frecuencias sonoras, por ejemplo, las lágrimas son mucho más agudas que el fluido nasal y así cada uno tiene su tono distinto”, platicó.
Esta artista mexiquense decidió aventurarse y recorrer distintos municipios del Estado de México para colectar bacterias, a la que le llama una cartografía sonora.
“Estuve recolectando bacterias en distintos municipios como es Atizapán de Zaragoza, Chalco de Covarrubias, Tenango Del Valle y algunos otros y a cada uno le hice su canción de acuerdo a las bacterias de los habitantes, esto es interesante porque por ejemplo, la canción de Chalco suena mucho más ruda por decirlo así, más rugosa que la de Tenango Del Valle que es más digerible al oído”.
El proceso para este trabajo sonoro es colectar las bacterias, luego mantenerlas en un lugar esterilizado a una temperatura acorde durante 10 a 15 días. “Ya que tengo los sonidos pues tengo que hacer una edición de audio, intentar como sacar las notas de la forma más limpia posible para yo después darle loop, es mas o menos una semana de post producción”, añadió.
La artista busca que su proyecto crezca en el país y porque no a nivel internacional.