Guadalupe de la Cruz
La mujer es un pilar importante de la familia mexiquense, pero además ser parte de una etnia, es aún más significante, pues son parte de una historia que ya dejado huella a lo largo de los años y aquí en San Felipe del Progreso honramos y defendemos a la mujer, y seguimos diciendo y repitiendo que «a la mujer no se le toca, a la mujer se le respeta».
Así lo expresó Javier Jerónimo Apolonio, presidente municipal de San Felipe del Progreso durante su intervención al dar la bienvenida a la Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Yasmín Esquivel Mossa y agregó que su administración no solo se limita a realizar obra pública, sino también se preocupa y ocupa por el bienestar de su pueblo y en especial del sector femenino.
«Estamos trabajando para dignificar la vida de nuestra mujeres y niñas, quienes deben de vivir y desarrollarse al igual que los varones y dejar de lado las ideas antiguas que los hombres los únicos que merecen mayores oportunidades, que la mujer debe ser sumisa y agachar la cabeza, eso se terminó en San Felipe del Progreso y está administración trabajara para dignificar a este querido sector de la población», precisó.
A través del Instituto de la Mujer se trabaja para impartir taller y cursos en favor de las mujeres y niñas mazahuas, quienes deben conocer sus derechos y exigir que se respete sus derechos humanos, «nuestra administración se encargará de que no sean violentados en ningún momento…porque insistimos a la mujer no se le toca», concluyó.
En su oportunidad Yasmin Esquivel Mossa, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), fue clara en asegurar que los derechos humanos no existen si se hacen un lado a los pueblos indígenas que requieren voz y un espacio entre la sociedad para lograr un desarrollo como nació.
Lo anterior al dictar la conferencia “La interculturalidad como factor de desarrollo y unidad” organizada por la Codhem, donde estuvo acompañada por Myrna Araceli García Morón, presidenta de este organismo, y donde aseguró que la tarea emprendida por las estudiantes de la Universidad Intercultural es prepararse para forjarse un mejor futuro sin el abandono de sus raíces, y consideró que la preparación y la capacitación es la única forma de romper barreras de marginación.
“Hoy les vengo a decir que ser indigena es motivo de orgullo y en esta universidad se forja a mujeres y hombres profesionistas comprometidos con el desarrollo del estado, sin perder su arraigo pues mantienen vínculo con sus comunidades para preservarlas y proyectar esa riqueza”, recalcó.
La ministra afirmó que México es un mosaico cultural al igual que el Edomex, que cuenta con cinco pueblos originarios. Los pueblos indígenas no son los pueblos del pasado, sino más bien una realidad presente y es a través de reconocer su autonomía, dónde se superarán las visiones del pasado.
“La autonomía implica superar lastres del pasado para crear una nueva realidad y revertir la desigualdad. Hay que asumir lo diverso como algo positivo de las diferencias y reconocer las riquezas que ofrece la diversidad”, aseveró.
Los pueblos originarios, admitió la ministra, han sido ignorados por lo que es tiempo de darles cabida reconociendo diferencias que no son deficiencias, en pro del propio desarrollo nacional.
“Cuando la diversidad suma y no resta se potencia el desarrollo, somos un país diverso en cultura. La diversidad cultural crea un mundo rico y variado que acrecienta la gama de posibilidades y nutre las capacidades y valores humanos”, concluyó.