Por Alelhi Rodríguez
El ‘Mercado del Trueque’, así conocido en el municipio de Santiago Tianguistenco, fue uno de los centros comerciales mexiquenses que no paró sus actividades ni con la activación de la emergencia sanitaria por COVID-19.
Es un sitio con más de un siglo de existencia, en donde más de 50 truequeros se aglomeran con artículos de la canasta básica para intercambiarlos por leña. En 2020 que inició la pandemia, cuentan que la presencia fue menor, debido a la incertidumbre por la nueva enfermedad, sin embargo, este intercambio no pudo detenerse porque la pobreza tampoco se contuvo.
‘El trueque’, de acuerdo a la historia, existe desde el periodo neolítico –aproximadamente 10 mil años A.C. (antes de Cristo)–, práctica que hasta el 2022 conservan en el Estado de México.
Cada martes, este mercado ancestral se ha instalado para ofrecer el intercambio de productos alimentarios. Aquí no se maneja ni tarjeta de débito, crédito o efectivo, la forma de pago es con leña.
Por ello, decenas de familias de bajos recursos provenientes de municipios aledaños como Ocuilan, Capulhuac, Joquicingo, Malinalco, Tenango del Valle, llegan con madera para así surtirse de artículos de la canasta básica y alimentarse durante la semana.
Roberto Aragón es hijo de una mujer truequera que desde hace 25 años se ha unido a esta actividad tradicional. “Traemos mercancía y la intercambiamos por leña, luego la leña la volvemos a cambiar por otros productos”, apuntó.
La necesidad de las familias fue más poderosa que la enfermedad de COVID-19, sin embargo, durante dos años alimentarse se convirtió en un riesgo.