El cardenal y obispo emérito de San Cristóbal de las Casas inició tratamiento de forma oportuna.
Por Guadalupe de la Cruz
Luego de dar positivo a Covid-19, monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, cardenal y obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, se recupera rápidamente y sin complicaciones.
El religioso, originario de Coatepec Harinas -quien el pasado 25 de octubre del 2020 fue nombrado por el Papa Francisco como Cardenal-, indicó que ha recibido muchas muestras de apoyo, lo que le ha ayudado en su recuperación, pues los síntomas que presentó fue escurrimiento nasal y dolor de garganta.
“Debido a las molestias que presenté me llevaron a realizarme la prueba y el resultado fue positivo, por lo que de inmediato comencé el tratamiento médico adecuado. Estoy tomando las medidas necesarias. He mejorado bastante y estoy en ese proceso”, mencionó.
Cabe mencionar que Felipe Arizmendi se ordenó sacerdote en la Arquidiócesis de Toluca en el año de 1963, y en el año 2000 fue nombrado obispo de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, hasta el año 2017, tras presentar su renuncia por edad.
Desde entonces, monseñor Felipe Arizmendi regresó a la Arquidiócesis de Toluca, donde recibió el nombramiento de Cardenal por parte del Papa Francisco, cargo que le tomó por sorpresa, como él mismo lo calificó. “Ese domingo estaba en mi pueblo natal, Chiltepec, como todos los domingos, y hacía mi oración con el Oficio de Lecturas de la Liturgia de las Horas. Acostumbro, en la segunda lectura, abrir mi computadora y meditar lo que dice el Papa en el ”Ángelus” dominical, pero empecé a ver varios mensajes de felicitación que me inquietaron. Abrí la página del Vaticano y comprobé que yo estaba entre los elegidos como nuevos cardenales”.
Fue una sorpresa, dijo, porque no me avisaron previamente, “lo primero que hice fue decirle a Dios: ¿por qué yo? Después, entre lágrimas, agradecí, pedí perdón por mis deficiencias y oré al Espíritu para que me iluminará en esta nueva etapa de mi vida. Pedí la intercesión de la Virgen María. Luego se enteraron mi familia y mi pueblo, y empezaron las felicitaciones”.
El cardenal y obispo emérito de San Cristóbal de las Casas realizó estudios humanísticos y filosóficos en el Seminario de Toluca, del que fue fundador. De 1959 a 1963, se especializó en Teología Dogmática en la Universidad Pontificia de Salamanca, España. Además fue vicario parroquial, párroco de una parroquia otomí, profesor del Seminario por 20 años y rector del mismo por 10 años.