Lilia González
Este martes la Junta Local Ejecutiva del INE Estado de México presentó la Estrategia Nacional de Educación Cívica 2024-2026 (ENCÍVICA), con la cual se persiguen tres objetivos estratégicos: organizar procesos electorales con efectividad y eficiencia; fortalecer la confianza y la participación ciudadana en la vida democrática y política del país, y garantizar el derecho a la identidad.
Para su ejecución, se indicó que se requiere de aliados estratégicos; instituciones de gobierno a nivel local, representantes populares, representaciones de partidos políticos, organizaciones de la sociedad civil, académicas (os) y grupos o colectivos que inciden en la formación ciudadana.
En este sentido, el Vocal Ejecutivo del INE Edoméx, Joaquín Rubio Sánchez, señaló que a través de este instrumento se busca fomentar la cultura democrática que cree convicciones firmes entre la gente, que la lleve no solo a votar en las casillas, también a enterarse de lo que pasa antes, durante y después de los Procesos Electorales, y a seguir las trayectorias de los Partidos Políticos, las funciones y compromisos de éstos.
“Se trata de llevar a cabo acciones que promuevan la construcción de una ciudadanía conocedora y exigente de sus derechos, es decir se trata de hacer que la ciudadanía sea el actor principal en la arena política, pero este objetivo -por sus alcances y dimensiones- requiere de la participación de todas las instituciones”, dijo.
La consejera presidenta del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), Amalia Pulido Gómez agradeció que esta estrategia planteada por el INE reconozca como aliados a los institutos electorales locales y vea en ellos no sólo una vía más próxima para el contacto con la ciudadanía, sino también instituciones experimentadas que pueden dar aportaciones desde su experiencia y profesionalismo.
“La convivencia democrática de una sociedad depende de que la ciudadanía cuente con las condiciones suficientes para ejercer sus derechos y cumplir sus responsabilidades”, refirió al puntualizar que si bien, las plataformas digitales amplían las posibilidades de lograr grandes coberturas a bajo costo, el auge de las redes sociales y la inteligencia artificial también requieren de dotar a la ciudadanía de herramientas que permitan distinguir la verdad de la mentira.
