Guadalupe de la Cruz
Esta temporada de Día de Muertos, sin duda no es igual a los dos años anteriores, ya que la pandemia de Covid-19 -aún cuando no ha cedido- está dando paso a que los mexiquenses regresen a la normalidad, sin dejar de lado las medidas sanitarias.
La venta de flor de cempasúchil, la colocación de altares, la visita a los panteones y velada de difuntos, así como el Buen Fin, son una de tantas actividades que empiezan a organizarse durante los últimos días de octubres y primeros de noviembre, además de que en ventas se estima que la derrama sea superior al 2020.
Actividades que hace dos años no se podían; ni vender o comprar flores, mucho menos acudir a los cementerios a limpiar y depositar ofrendas o pasar toda la noche acompañando a los seres que se nos adelantaron en el camino y mucho menos llevar a cabo la venta de fin de año de manera presencial.
Sin embargo, la nueva normalidad de los mexicanos y mexiquenses ha regresado casi todo en su totalidad y con ello, se visualiza un 2022 lleno de expectativas positivas para muchas familias, donde la esperanza de poder recuperarse sigue vigente y cada vez con mayor fuerza.
PRODUCTORES
En la comunidad de San Francisco Putla, del municipio de Tenango del Valle quienes se dedican a la siembra y venta de flor de temporada esperan que las ventas sean muchos más satisfactorias que el 2021 y 2020, donde este último marco un año negro en todos los sentidos.
Juana Flores García, productora de flor de cempasúchil dijo que este año visualizan que las ventas serán benéficas, aun cuando durante los meses de siembra mucha planta se perdió por las lluvias, fuertes vientos y heladas que se presentaron.
Empezamos a sembrar en el mes de agosto para que en estas fechas la flor de temporada como cempasúchil, alhelies, nube y crisalias puedan ser cosechadas y comercializadas entre los clientes que año con año llegan hasta la comunidad para cortar el producto.
TRADICIÓN
El nombre de flor de cempasúchil, dijo Juana Flores, proviene del náhuatl “cempohualxóchitl” y significa “veinte flores”; y por su aroma y color, se ha consolidado como la flor más significativa de la festividad del Día de Muertos.
Y de acuerdo con la tradición que proviene desde la época prehispánica, para que el alma del fallecido llegue a la casa hay que ayudarlo, por lo que se construyen caminos con los pétalos de esta flor, que van desde la entrada de la casa hasta los altares con ofrendas, ya que su olor, es lo que guía a los antepasados.
PRECIO
El precio que se les está ofreciendo a los comerciantes, comentó, no se modificó sigue igual que el año pasado en 70 u 80 pesos el rollo, “entendemos la situación que aún se vive, por lo que quisimos mantener el precio y que todos tengan ganancias”.
“Pero aun así estamos previendo que nuestra derrama sea más satisfactoria que el 2020, donde no pudimos comercializar la siembra y se tuvo que dejar perder, así sembrada, sin que nadie más que de manera personal se utilizara la flor”, comentó.
PÉRDIDAS
Aun cuando la pandemia no concluye, las cuestiones climatológicas también han sido enemigos potenciales de los productores, ya que en muchos sembradíos la flor se dio antes de tiempo y se tuvo que utilizar para otras festividades y ventas, la cual, fue muy temprana pero para el día de muertos ya se paso, y alrededor de un 30 por ciento tuvo que ser desechadas, porque estuvo lista tres semanas antes.
“Este tipo de situaciones también afectan al productor, porque aun cuando sembró en tiempo y forma, la flor maduro o se dio antes de la fecha señalada y en la mayoría de las ocasiones para los días que se comercializan ya no sirven, porque ya se pasó”, señaló.
DELEGADA
Irma Guadalupe López García, delegada de la comunidad de San Francisco Putla del municipio de Tenango del Valle dio a conocer que el padrón de productores es de 150 y alrededor del 80 por ciento son los que se dedican a la siembra de flor de temporada.
“No todos se dedican a sembrar flor de cempasúchil, nube, alhelíes o crisalia, sin embargo la gran mayoría es quien produce este producto que se vende a vendedores de Toluca, Ciudad de México, Michoacán, Guanajuato, entre otros”, comentó.
Se siembran, dijo, alrededor de 80 hectáreas hay quienes no llegan a tener una completa, pero en total son 80, además de que en la mayoría de las ocasiones no son suficientes para abastecer el mercado, como el año pasado, aun con pandemia no alcanzó, ya que debido a la situación económica por la que atravesaban las familias no hubo el dinero suficiente para sembrar mas flor.
“El año pasado la flor de temporada no alcanzó, no fue suficiente, la economía no le alcanzó a los productores para sembrar más tierras y no fue suficiente para su venta y este año como hubo pérdidas, se tiene casi la misma cantidad por lo que la expectativa es que se termine todo el producto y auguro que nos irá bien”, preciso.
Además, dijo, la situación económica de los productores sigue siendo precaria pues para que la flor se de en tiempo y forma y bonita, se tienen que utilizar diversas herramientas como fertilizantes, los cuales, han subido hasta en 200 por ciento lo que hace un poco más difícil que las familias productoras siembren más hectáreas.
COMERCIANTES
López García, mencionó que quienes desean flor de cempasúchil, nube, crisálidas o alhelíes en sus diversas tonalidades, llegan hasta la comunidad de San Francisco Putla, para comprarla desde los sembradíos, en la huerta o directamente en la cabecera municipal a partir del 28 de octubre y hasta 2 de noviembre.
Los vendedores acuden como cada año al lugar que ya conocen para llevarla a diferentes partes de la República mexicana donde la comercializan y el precio en que la venden varía mucho, por lo que ellos también obtienen ganancias.
EDOMEX
Cabe mencionar que el Estado de México ocupa el primer lugar nacional en producción de flor de temporada, y este año se estima un incremento del 30 por ciento en ventas, en relación al año pasado y una derrama económica superior a los mil millones de pesos.
En esta época, los productores mexiquenses destinan más de 2 mil hectáreas para la siembra de ocho variedades de flor de temporada que no pueden faltar en los altares dedicados a la celebración del pueblo mexicano.
En la entidad también se siembran -además de la flor de temporada- 300 hectáreas de rosa, 472 de gladiola, 424 de crisantemo, 139 de clavel, 122 de nube, 113 de alhelí y 39 de terciopelo, especies que complementan la producción y atienden la demanda del mercado.
Los puntos de venta para adquirir flores son: en la comunidad de San Lorenzo Tlacotepec, en Atlacomulco, en los mercados ubicados en la Central de Abasto de Villa Guerrero, el mercado de flores de Tenancingo o en Flor Acopio de San Antonio la Isla, que son los centros de comercialización más grandes, o bien, adquirirlos con pequeños productores como en San Francisco Putla, de Tenango del Valle.