Por Guadalupe de la Cruz
Habitantes del municipio de Jiquipilco denunciaron que los talamontes se están acabando el bosque, sin que las autoridades municipales y estatales tomen cartas en el asunto.
Sin dar nombres, por miedo a represalias, los denunciantes comentaron que la tala clandestina está siendo un problema importante para quienes viven en el municipio pues, de forma ilegal, están sacando la madera y se están acabando el bosque.
“Es un crimen lo que están haciendo con la zona boscosa de Jiquipilco. A diario salen camiones llenos de madera, dejando en muy malas condiciones las áreas verdes, que sirven de pulmón al pueblo”, expresaron.
Vecinos de la zona, quienes diariamente observan cómo los talamontes le arrebatan a la naturaleza lo que con años de esfuerzo brindó a su gente, no desean que se acaben los árboles; “además, ni siquiera existe un programa de reforestación para reponer las especies que cortan”, aseguran
Los inconformes señalaron que la deforestación se está realizando en el paraje conocido como Las Palomas, ubicado a unos 5 kilómetros de la cabecera municipal, sin embargo, ni las autoridades municipales ni estatales han tomado cartas en el asunto.
“Es por la madrugada cuando se escuchan las motosierras que utilizan para derribar los árboles, dejando el lugar sumamente afectado. Da tristeza nada más de observar cómo queda el lugar, después de que los talamontes se han llevado la madera de manera ilícita”, precisaron.