Alelhi Rodríguez
¿Tlayudas o huaraches? Fue el dilema el pasado lunes en las redes sociales, esto, porque Lupita y Silvia vendieron un antojito de origen toluqueño en la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) el pasado 21 de marzo.
Estas dos mujeres se volvieron tendencia, luego de presentarse en el nuevo aeródromo ubicado en Zumpango, Estado de México, para ofertar el huarache toluqueño, mismo que se compone de una tostada de maíz azul con frijoles, nopales, queso, cilantro, cebolla y salsa.
Resulta que estas mujeres son originarias de Ejido de Santiago Miltepec, en el municipio de Toluca, de donde salieron aquel lunes desde las 6:00 horas para vender huaraches -así conocidos en la capital mexiquense-.
La idea
Silvia, la suegra de María Guadalupe Pichardo -Lupita-, fue la de la idea. Comenta que hace varias décadas acudió a la inauguración del Aeropuerto Internacional de Toluca a ofertar huaraches y fue un éxito la venta.
“Mi suegra decidió ir a vender al Aeropuerto, de ella fue la idea. Dijo: ‘vamos’, y yo me animé. Nada más fue de una semana, empezó como por el miércoles con la idea de ir, porque a ella ya le había tocado aquí en el Aeropuerto de Toluca y vendió muy bien”.
Y desde ahí inició la aventura. El fin de semana se dedicaron a preparar todos sus ingredientes para el día 21 de marzo partir hacia el AIFA con un producto totalmente fresco.
Una odisea, el trayecto
A las 6:00 horas salieron de su domicilio en su vehículo particular, el que ni a mitad de camino registró una falla mecánica.
“Nada más subiendo a La Marquesa empezó primero como a frenarse, y luego empezó a tronar, fue ahí que me dijo mi esposo ‘el carro ya se desvieló’”.
En ese momento, contó Lupita que se cuestionaron para ir al nuevo aeropuerto, sin embargo, la inversión no se podía perder, ya que con bastante esfuerzo, dicen, colectaron el dinero. «Con el poquito de dinero que llevábamos los tres, nos fuimos».
Cuenta que al llegar a la Terminal Poniente de la Ciudad de México, mejor conocida como Observatorio, fue que tomaron un taxi hacia el AIFA. “De los taxis no cualquiera nos quería llevar para allá, nos cobraban de 600 a 700 pesos, y luego con las cosas, e íbamos 7 personas”.
Tiempo después, por fin lograron ascender a un taxi que les cobró 350 pesos y, aproximadamente a las 11:00 de la mañana, las comerciantes ya estaban en esta nueva construcción del Gobierno federal, con alguno que otro inconveniente. “Los de la Guardia Nacional no nos dejaban, nos movían de un lado a otro”.
Sin embargo, ni eso impidió que estas dos mujeres cumplieran su cometido, y así fue que llegó el primer cliente con Lupita.
“Fue un señor grande, lo recuerdo mucho. Me dijo, ‘¿traes las tostadas?, dame una’. Y no, ni preguntó el precio ni nada, y luego ya cuando me dí cuenta estaba formada la fila”, detalló.
En menos de dos horas, Lupita y su suegra, Silvia, vendieron 200 tostadas. «Ella vendió un ciento y yo un ciento, y cada huarache lo vendimos en 35 pesos, no lo dimos caro ni nada, no por ver mucha gente, lo íbamos a dar en 50 pesos”.
Huarache Toluqueño
En las redes sociales, las fotografías y videos de estas dos comerciantes comenzaron a viralizarse. De ahí la confusión entre huarache o tlayuda.
La tlayuda es un platillo originario de Oaxaca, compuesto por una tortilla de maíz de aproximadamente 30 centímetros de diámetro cubierta con frijoles negros, carne seca, queso y aguacate.
El huarache toluqueño, aunque es similar, consta de otros ingredientes -ya mencionados-. Tan solo en Toluca, más de 50 familias se dedican a la venta de este, principalmente del Barrio La Teresona. Si usted circula por Paseo Matlazincas, encontrará a una vendedora de huaraches cada 200 metros.
«Aquí le llamamos huaraches y son de aquí de Toluca, el maíz es martajado, se hace con una tortilla blandita y luego es ancha, porque se raspa, hay que quitarle lo de encima y ya estando cocido lo de abajo, se raspa lo de encima, para que lo que le raspamos se dore, si no está bien dorada se quiebra”.
Este sábado estas dos mujeres fueron invitadas al Centro Cultural Los Pinos, donde se les permitió la venta de los huaraches toluqueños. Tienen fe que este suceso sea un parteaguas para su negocio y que en algún lugar estable puedan seguir deleitando a los curiosos con esta tostada azul cubierta de frijoles, nopales, cilantro, cebolla, queso y salsa y que, además, tiende a ser un alimento completo con alto valor nutrimental.
