Alelhi Rodríguez
Después de 16 años de permanecer en la cárcel, Virginia Silvestre Valdés es libre. A esta mujer, originaria de Pueblo Nuevo en el municipio de San José del Rincón le fue concedida la amnistía luego de comprobarse que habían sido violados sus derechos humanos durante el proceso penal en el que estuvo inmersa.
La Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), solicitó a un juez del Poder Judicial de la entidad, la revisión del caso de esta mujer mazahua quien fue acusada por homicidio imprudencial.
Carlos Felipe Valdés Andrade, Visitador General de Supervisión Penitenciaria de la CODHEM, explicó qué, para que a Virginia le fuera proporcionado el beneficio de la amnistía, se tuvo que realizar una investigación para puntualizar si se habían ejercido violaciones a los derechos humanos, mismas que se acreditaron en su momento y por ello es que procedió.
“Uno de los requisitos o de los indicios que se tuvo fue que la mujer no tenía traductor, efectivamente, y durante su detención no se siguieron los principios rectores del debido proceso”.
La historia
Virginia, se mudó a la Ciudad de México, debido a la carencia de oportunidades que hay en su lugar de origen. “No teníamos trabajo, ni qué comer, así que nos venimos a la capital para trabajar y ganarnos un dinerito, yo vendía mis cajas de chicles, me sentía muy orgullosa”.
La mujer también madre de familia, cuenta que una de sus hijas, consumía drogas, por lo que ella cuidaba de su nieta. De acuerdo con Silvestre Valdés, la menor de edad padecía de convulsiones. “La última vez se me cayó la niña, ya no me respondía y se fue al hospital, yo estuve con ella, pero a los cinco días ya había fallecido”.
La muerte de su nieta, le costó su libertad; cuenta Vicky, como le gusta que la llamen, que durante su detención fue víctima de discriminación por ser mazahua y que las acciones y omisiones de las autoridades fueron causa de perder su libertad, al firmar una declaración que no entendió, que no pudo leer y que no le fue explicada. Luego fue trasladada al Centro Penitenciario y de Reinserción Social Nezahualcóyotl Bordo donde la pasó más de una década y media.
“Me mandan acá, al reclusorio y la verdad es que si me puse mal, me sentenciaron a 55 años pero con la apelación me quedé en 43 años, nueve meses”.
Para Vicky, resultó difícil dice, dejar a sus hijos pequeños, a su madre y hermanos. Sin embargo, cuando ingresó a este Penal, se dedicó a diversos oficios.
“Empecé a trabajar haciendo pinzas para pantalones, casi en todo participé, psicología, trabajo social, área educativa, yoga, baile, etcétera”.
Su mamá, María Isabel Valdés Matías cuenta que, cuando se dio la detención de Vicky, no tuvo un abogado. “Le violaron todo sus derechos”, apuntó.
Y es que la madre detalló que jamás dejó de visitar a su hija, cada ocho días asistía al Penal a dejarle lo necesario, “yo no tenía dinero para sacar a mi hija, yo dije voy a morir y quien le va a hacer caso, quien le va a llevar un jabón, un papel”.
Lo crítico
Al estar presa, a Virginia le llegó la noticia que uno de sus hijos había fallecido, a quien no pudo dar el último adiós por estar recluida. “No quería ni comer, no me daba hambre”, ese fue uno de los momentos mas críticos que pasó durante su encierro.
La justicia llegó
Virginia comentó que, al enterarse de la Ley de Amnistía, la que desde el 2020 es una realidad en la entidad mexiquense, solicitó este beneficio a la Codhem y al acreditar la violación a sus derechos humanos, esta salió de la prisión.
El pasado 6 de abril, Virgina cruzó la puerta del lugar que fue su hogar durante 16 años. La recibió su madre y otros familiares con una ceremonia mazahua y también por integrantes de la Comisión.
La presidenta de la Codhem, Myrna Araceli García Morón aseguró que la liberación de Virginia, se concretó con base en el pronunciamiento para la solicitud de amnistía, facultad encomendada en el artículo 4, fracción XII de la Ley de la materia, reservada a los organismos de derechos humanos y cumpliendo así el objetivo de la misma, al dar prioridad a la perspectiva de género.
Myrna García informó que no obstante que la mujer indígena mazahua fue acusada de un delito considerado grave, y en teoría la excluía del beneficio, también es cierto que la ley del Estado de México es la única en todo el país que permite que el procedimiento de amnistía de una persona privada de libertad, incluso ya sentenciada, comience a partir del pronunciamiento de un organismo público defensor de derechos humanos, como la Codhem, para que un juez la decrete en forma afirmativa, como en este caso que cumplió con todos los supuestos, para obtener el perdón y el olvido de la acción penal.
Los planes de Virginia
Virginia regresó a la Ciudad de México, actualmente vive con su madre a quien apoya a vender dulces y semillas en la Plaza Garibaldi. Portando su tradicional vestimenta, falda, blusa, calcetas, zapatos, trenzas, listones, un collar de San Judas y otro de la Santa Muerte denotan el orgullo que siente por sus raíces y expresa lo feliz de estar libre.
Desde que esta Ley entró en vigor, se han otorgado más de 2 mil amnistías en la entidad mexiquense, contadas han sido las historias como la de Virginia, que salieron de la cárcel por un delito grave.