REDACCIÓN
Estados Unidos y Rusia pusieron fin hoy al Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF), que firmaron en 1987 al final de la Guerra Fría, con lo que se revive el temor a una carrera armanentista.
El secretario estadunidense de Estado, Mike Pompeo, anunció la retirada formal de su país del INF y acusó a Rusia de violar parte del acuerdo, mientras que Moscú afirmó este viernes que el pacto concluye por iniciativa de Washington.
“Rusia es el único responsable de la desaparición del tratado”, indicó Pompeo en un comunicado.
“La retirada de Estados Unidos, de conformidad con el Artículo XV del tratado entra en vigencia hoy (2 de agosto) porque Rusia no pudo regresar al cumplimiento total y verificado a través de la destrucción de su sistema de misiles no compatible: el misil de crucero de alcance intermedio SSC-8 o 9M729 lanzado desde tierra”, argumentó.
Indicó que desde mediados de la década del 2000, “Rusia desarrolló, produjo y probó el vuelo y ahora ha enviado múltiples batallones de su misil no compatible. Estados Unidos planteó por primera vez sus preocupaciones con Rusia en 2013”.
Sin embargo, Moscú rechazó de manera sistemática “seis años de esfuerzos de Estados Unidos”, según el secretario.
Pompeo aseguró que “con el pleno apoyo de nuestros Aliados de la Organización de Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Estados Unidos ha determinado que Rusia está en violación material del tratado, y posteriormente han suspendido nuestras obligaciones en virtud del tratado”.
Luego en su cuenta de la red Twitter, Pompeo reiteró que “Estados Unidos y la OTAN están de acuerdo: Rusia violó el INF y dejar el acuerdo es lo mejor para nuestra seguridad colectiva. Los tratados no tienen valor a menos que todos los signatarios los respeten”.
Por su parte el Ministerio de Exteriores de Rusia informó que este viernes pierde vigencia el INF, a iniciativa de Estados Unidos, de acuerdo con el portal de noticias ruso RT.
«El 2 de agosto de 2019, por iniciativa de la parte estadunidense, el tratado entre la Unión Soviética y Estados Unidos sobre la eliminación de sus misiles de mediano y corto alcance, firmado en Washington el 8 de diciembre de 1987, ha sido rescindido», comunicó la cancillería rusa.
El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, advirtió que la retirada de Washington del INF y su salida de una serie de acuerdos claves de control de armas, afectarán de forma negativa a los intereses de Estados Unidos, así como a la seguridad estratégica global.
Riabkov, citado por RT, sostuvo que la salida estadunidense del INF representa «un reflejo de la línea de Washington» de destrucción premeditada de diversos acuerdos importantes de control de armas para lograr “una ventaja decisiva en esta área.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, también responsabilizó a Moscú del fin del tratado, luego de más de 31 años de vigencia.
“Hoy, el tratado INF deja de existir. Rusia es el único responsable de la desaparición del Tratado. La OTAN responderá de manera mesurada y responsable, y continuará asegurando una disuasión y defensa creíbles”, afirmó en su tuit.
Estados Unidos acusó a Rusia de desarrollar en secreto misiles de alcance intermedio, que se presume pueden ser lanzados desde sistemas de misiles tácticos Iskander-M, desplegados a lo largo de la frontera occidental del país.
Rusia defiende que esos misiles corresponden a los Novator 9M729, que según Washington tendrían un alcance prohibido de al menos tres mil kilómetros, pero que el Ministerio de Defensa ruso argumenta que el rango de esos proyectiles no sobrepasa los 480 kilómetros y es incluso 10 kilómetros menor que el de su predecesor, el 9M728.
En diciembre de 1987, Estados Unidos y la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas firmaron el INF, que luego de poco más de 31 años, en febrero pasado, Washington anunció que lo abandonaría de manera oficial a partir del 2 de agosto de 2019, tras acusar a Rusia de no respetar el pacto durante años.
El 3 de julio pasado, el presidente ruso Vladimir Putin, ratificó la suspensión de la participación de Rusia en ese acuerdo.
La retirada de ambas naciones pone fin al tratado que prohíbe el uso de misiles con un alcance de entre 500 y cinco mil 500 kilómetros que había permitido la eliminación de los proyectiles balísticos SS20 rusos y Peshing estadunidenses desplegados en Europa.