Redacción
Luego de permanecer por 50 horas en un barco de exploración petrolera de una compañía austriaca, la policía de Nueva Zelanda desalojó por la fuerza a los últimos 10 manifestantes de Greenpeace que tomaron la embarcación.
Desde el pasado domingo alrededor de 30 ambientalistas, entre escaladores, estudiantes, profesionales de la salud y activistas, evitaron que la embarcación llamada «Skandi Atlantic» zarpara del puerto de Taranaki, en Nueva Zelanda.
Con la finalidad de que la compañía OMV detenga las extracciones a profundidades extremas de gas y petróleo en las costas de Taranaki y de Otago, los manifestantes ocuparon el buque y tomaron varias posiciones, incluyendo tres en el mástil y dos en las líneas de amarre.
Este tipo de acciones a favor del medio ambiente no se detendrán, ya que se espera que la próxima semana cientos de neozelandeses participen en una «movilización de levantamiento climático» en New Plymouth, ciudad de la región de Taranaki, a donde se dirigía el barco y OMV tiene su sede central.