Redacción
El canciller Olaf Scholz ha reconocido la derrota de su partido en las elecciones nacionales en Alemania. Según los resultados preliminares de las encuestas de salida, el líder de la oposición, Friedrich Merz, encabeza la contienda con su bloque conservador, seguido por la Alternativa para Alemania (AfD), que alcanzaría el mejor resultado de un partido de extrema derecha en Alemania desde la Segunda Guerra Mundial.
Los sondeos de las cadenas públicas ARD y ZDF indican que los socialdemócratas de Scholz se encaminarían a su peor desempeño en unas elecciones parlamentarias desde la posguerra, ocupando probablemente el tercer lugar. Mientras tanto, el bloque liderado por Merz ha logrado alrededor del 29%, con la AfD alcanzando un 20%, lo que representa un notable aumento respecto a las elecciones de 2021. Los Verdes, socios de coalición de Scholz, se encuentran en un 13,5%.
El panorama de los resultados sugiere que Merz podría necesitar formar una coalición con uno o más partidos para alcanzar una mayoría en el Bundestag, lo cual dependerá de cuántos partidos consigan representación parlamentaria. Por su parte, los miembros de la Unión Cristiano Democrática de Merz han celebrado su victoria, mientras que la AfD ha destacado su avance, colocándose como la segunda fuerza política en el país.
En cuanto a los principales temas de campaña, la economía y la inmigración se destacaron como puntos clave. Merz ha prometido centrarse en la estabilidad económica y en restringir la inmigración, mientras que Scholz y otros rivales han enfatizado sus diferencias con el líder conservador respecto a su postura sobre la AfD, un tema que generó controversia durante la campaña. Además, la situación en Ucrania sigue siendo un tema relevante, con ambos bloques tradicionales comprometiéndose a continuar apoyando al país en su conflicto con Rusia.
Alemania se encuentra ante un escenario político incierto, con la necesidad de negociaciones para la formación de un gobierno de coalición que podría extenderse por varias semanas. Esta elección se adelantó seis meses debido a la crisis interna en la coalición de Scholz, que colapsó en noviembre tras varios desacuerdos sobre la dirección económica y política del país.