Redacción
La Cumbre de APEC en San Francisco, que reúne a 21 naciones del Pacífico, abordará un tema inesperado junto a los asuntos comerciales habituales: el fentanilo. Este narcótico, vinculado a alrededor de 70 mil muertes en Estados Unidos, ha puesto de manifiesto una preocupación sobre cómo pequeños envíos, por debajo de los 800 dólares, se convierten en una ruta efectiva para su ingreso a Estados Unidos y otros países, aprovechando lagunas legales.
Líderes empresariales y políticos discutirán cómo el fentanilo ha encontrado su camino a través de pequeños envíos internacionales, aprovechando lagunas legales conocidas como «minimis», exentos de las regulaciones aduaneras habituales. Estos envíos, que incluyen desde drogas hasta productos falsificados, han aumentado con el auge del comercio electrónico, principalmente a través de sitios chinos de moda rápida y plataformas digitales estadounidenses.
El comercio electrónico ha experimentado un aumento significativo en pequeños envíos internacionales, que se realizan a través de plataformas chinas y estadounidenses. Sin embargo, estas lagunas legales, diseñadas originalmente para facilitar el comercio, se han convertido en una vía para el contrabando de drogas y productos falsificados. La industria textil estadounidense ha expresado fuertes objeciones, ya que cerca del 50% de estos envíos son prendas de vestir.
La presidenta del Consejo Nacional de Organizaciones Textiles, Kim Glas, señaló que la explosión en los envíos de comercio electrónico ha creado un vacío legal, permitiendo que millones de paquetes lleguen a Estados Unidos sin impuestos y con escasa inspección. Datos de aduanas revelan que más de mil millones de paquetes individuales solicitaron preferencias de minimis en el año fiscal 2023, el doble que en 2019.
Empresas chinas de comercio electrónico, como Shein y Temu, han experimentado un crecimiento exponencial en Estados Unidos, con millones de envíos por debajo del umbral de minimis. Aunque esto ha afectado a la industria textil estadounidense, otras compañías estadounidenses, especialmente las tecnológicas, se benefician al hacer negocios con estos minoristas chinos.
El debate en Washington sobre las normas de minimis ha llevado a un aumento en los esfuerzos de cabildeo de estas empresas. A pesar de las críticas y propuestas de regulación, algunas empresas estadounidenses desean mantener relaciones comerciales normales con las compañías chinas. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza enfrenta desafíos para controlar estos envíos, y algunos senadores han instado a Biden a aumentar la aplicación de la ley y poner fin a las excepciones de minimis para textiles y prendas de vestir.