Redacción
El líder norcoreano Kim Jong-un llegó al Lejano Oriente de Rusia para reunirse con el presidente ruso Vladimir Putin en un gesto que refleja la alineación de intereses de ambos líderes ante sus conflictos separados con Estados Unidos.
Putin recibió a Kim en un cosmódromo, donde intercambiaron saludos amistosos y comenzaron su encuentro. El traductor de Kim agradeció a Putin la cálida bienvenida.
Este encuentro se produce después de que Corea del Norte lanzara dos misiles balísticos al mar, continuando con sus pruebas de armas provocativas. Kim parece aprovechar la distracción causada por la guerra de Putin en Ucrania para avanzar en su desarrollo militar.
Para Putin, esta reunión ofrece la oportunidad de reponer sus recursos agotados por la guerra en Ucrania, mientras que Kim busca eludir las sanciones de la ONU y el aislamiento diplomático, buscando ayuda económica y tecnología militar, aunque esto podría violar sanciones internacionales respaldadas por Rusia en el pasado.
Además, este encuentro plantea interrogantes sobre el papel de Rusia en las negociaciones nucleares con Corea del Norte y cómo podría afectar la situación en la península coreana, donde las tensiones han estado en aumento.
