Redacción
Un incendio en una fábrica de confección de disfraces en Río de Janeiro dejó un saldo de 21 personas hospitalizadas, con 12 de ellas en estado grave. La emergencia ocurrió en un edificio ubicado en la zona norte de la ciudad, donde trabajadores quedaron atrapados y solicitaron ayuda desde las ventanas hasta ser rescatados por los bomberos. Autoridades señalaron que el lugar operaba sin las condiciones adecuadas de seguridad y contenía materiales altamente inflamables, lo que facilitó la rápida propagación del fuego.
El incidente puso en evidencia las condiciones precarias en las que laboraban los trabajadores, quienes, según testimonios, permanecían en el edificio durante días para cumplir con la producción de disfraces. La falta de medidas de prevención y la presencia de antecedentes de incendios previos en el mismo sitio aumentaron las preocupaciones sobre la seguridad en este tipo de establecimientos.
El impacto del siniestro trasciende lo laboral, ya que la fábrica afectada jugaba un papel crucial en la preparación del Carnaval de Río de Janeiro, uno de los eventos más emblemáticos de la ciudad. La Liga RJ, organización que agrupa a las escuelas de samba, expresó su preocupación por los heridos y la afectación directa en la planificación del evento. Tres escuelas de samba, Imperio Serrano, Unidos da Ponte y Unidos da Bangu, perdieron sus atuendos en el incendio, lo que compromete su participación en los desfiles.
Las autoridades municipales anunciaron medidas excepcionales para garantizar la presencia de las escuelas afectadas en el Carnaval. Aunque no competirán por el título, se permitirá que desfilen fuera de concurso, asegurando así su participación en la festividad. La comunidad del Carnaval ha manifestado su respaldo a los damnificados y trabaja en conjunto para minimizar las consecuencias de la tragedia.
El alcalde de Río de Janeiro reafirmó el compromiso de la ciudad con la recuperación de las agrupaciones afectadas y la realización del Carnaval sin alteraciones significativas en el calendario. A pesar del revés, los organizadores y participantes mantienen el ánimo de continuar con las celebraciones y rendir homenaje a la resiliencia de la comunidad carnavalera.