Un año después de la trágica estampida en el barrio de Itaewon, Seúl se encuentra en un ambiente muy diferente al de años anteriores, con calles sin decoraciones de Halloween, ausencia de disfraces y una intensa presencia de dispositivos de seguridad. Recordemos que el incidente ocurrió el 29 de octubre de 2022 y dejó 159 personas fallecidas en este vecindario, que solía ser el epicentro de las celebraciones de Halloween en la ciudad.
Tras casi tres años de restricciones debido a la pandemia, unas 100,000 personas se congregaron en las calles de Itaewon deseando volver a disfrutar de la festividad. El ayuntamiento de Yongsan, donde se ubica Itaewon, no implementó un dispositivo policial específico, a pesar de advertencias sobre aglomeraciones.
La tragedia ocurrió en un estrecho callejón de apenas cuatro metros de ancho que conecta una salida del metro con una calle peatonal repleta de bares y discotecas. La avalancha humana resultante dejó a un centenar de personas fallecidas en el lugar y otras en hospitales.
Este año, el ambiente en Itaewon no se asemeja en nada a años anteriores, con un fuerte control de seguridad y ausencia de decoraciones o disfraces de Halloween. La seguridad peatonal está regulada por vallados que dividen las calles en dos vías de un solo sentido, con la presencia de policías y voluntarios en cada intersección.
Las autoridades buscaron disuadir las celebraciones de Halloween en lugares como Hongdae, otro barrio de ocio nocturno de Seúl. Sin embargo, la atmósfera festiva parece haberse extinguido, y los disfraces son prácticamente inexistentes.
Se desplegaron más de 1,200 agentes de seguridad en las zonas de ocio nocturno más concurridas de la ciudad, y se implementó un sistema de conteo de personas mediante cámaras de circuito cerrado para prevenir aglomeraciones peligrosas.
Las familias de las víctimas siguen luchando por respuestas y buscan la reapertura de la investigación policial con la esperanza de que un comité independiente revele la verdad sobre los errores cometidos aquella fatídica noche.
El recuerdo de la tragedia de Itaewon sigue presente en Seúl, y la comunidad espera que las autoridades tomen medidas para garantizar la seguridad pública en el futuro.
