Redacción
El escritor checo Milan Kundera falleció a los 94 años en París, donde vivía junto a su esposa. Reconocido mundialmente por obras como «La insoportable levedad del ser», Kundera fue un retratista sarcástico de la condición humana y uno de los grandes nombres de la literatura.
Cambió de lengua a mitad de su carrera literaria, pasando del checo al francés. Aunque fue despojado de su nacionalidad checoslovaca en 1979, obtuvo la ciudadanía francesa en 1981 y recuperó la checa en 2019.
Kundera fue un autor conocido y traducido a más de 50 idiomas, pero mantuvo una vida discreta y evitó la atención pública.
Milan Kundera, nacido en Brno en 1929, fue exiliado en Francia desde mediados de los años 1970. Su primer gran éxito literario fue la novela «La broma» en 1967. Durante la Primavera de Praga en 1968, cayó en desgracia con las autoridades checoslovacas y sufrió la censura y la prohibición de publicar.
Aunque Kundera regresó regularmente a la República Checa, mantuvo una relación compleja con su país natal, especialmente después de la transición democrática. Algunos intelectuales checos le reprocharon su falta de actividad pública en favor de la cultura checa. Sin embargo, su influencia en la literatura europea fue ampliamente reconocida.
Tras su fallecimiento, la ministra de Cultura francesa destacó su importancia como una de las grandes voces de la literatura.
Aunque se mantuvo en gran medida invisible en los últimos años, su contribución a la literatura contemporánea es innegable. La muerte de Kundera marca el final de una era y deja un vacío en el mundo literario. Su impacto continuará siendo recordado y apreciado por los amantes de la literatura en todo el mundo.
