Un pasajero con diarrea explosiva a bordo de un avión causó que la aeronave regresara a su punto de partida debido al «riesgo biológico» que representaba.
El incidente ocurrió en un vuelo que se dirigía desde Atlanta, Estados Unidos, hacia Barcelona, España. Después de aproximadamente dos horas de vuelo, un pasajero a bordo sufrió una diarrea explosiva que afectó a otros turistas que estaban sentados cerca de él.
El vuelo experimentó un retraso de 8 horas debido a esta situación, lo que causó una interrupción significativa en el viaje de los pasajeros.
El pasajero en cuestión, cuya identidad no ha sido revelada, experimentó este episodio mientras intentaba llegar al baño del avión. Se estima que alrededor de 15 a 20 filas de asientos resultaron afectadas por el incidente.
El piloto tomó la decisión de regresar al aeropuerto de Atlanta y anunció la situación como un «riesgo biológico». A pesar de la inusual circunstancia, los pasajeros a bordo no mostraron resistencia a regresar al punto de origen.
Según informes, ninguno de los pasajeros notó el incidente, ya que, además de algunas manchas, no había rastros evidentes de lo ocurrido. Una vez de regreso al aeropuerto de Atlanta, el avión fue sometido a una limpieza exhaustiva que tomó 5 horas.
La aerolínea Delta, responsable del vuelo, compensó a todos los pasajeros afectados por el incidente. Cada pasajero recibió un monto de 200 dólares, equivalente a aproximadamente 3,509.80 pesos mexicanos, que podrán utilizar en la aerolínea durante un año.
El vuelo experimentó un retraso considerable, y un portavoz de la aerolínea Delta mencionó que su personal trabajó de manera rápida y segura para llevar a los clientes a su destino final después de esta inusual situación.