REDACCIÓN
Feligreses y manifestantes denunciaron que la policía antidisturbios disparó hoy frente a la catedral de Managua, donde protestaban contra el gobierno del presidente Daniel Ortega después de que terminó la celebración del Vía Crucis.
Una vez que concluyó la práctica religiosa del Viernes Santo, decenas de personas se quedaron a las afueras del santuario coreando consignas contra Ortega y ondeando banderas nicaragüenses, cuando minutos después arribaron al lugar una decena de patrullas.
De acuerdo con testimonios de los presentes, los policías dispararon bombas de aturdimiento contra la manifestación y, aunque la gente corrió en busca de refugio, por lo menos una joven resultó herida y fue trasladada por paramédicos de la Brigada de Intervención Rápida (BIR).
Sin embargo, jóvenes manifestantes siguieron protestando en las inmediaciones de la catedral, pero muchos feligreses les pidieron retirarse. “No queremos otro 30 de mayo”, dijo una de las madres de familia en el lugar, en referencia a la violenta represión contra una masiva demostración que tuvo lugar en esa fecha de 2018.
Los agentes antidisturbios permanecieron en las inmediaciones de la catedral, mientras que se observaron patrullas recorriendo calles en los alrededores y en la zona de Metrocentro para tratar de impedir que los manifestantes continúen protestando.
Durante la procesión del Vía Crucis, que fue encabezado por el cardenal y arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, los feligreses y manifestantes portaron banderas nacionales y aprovecharon también para lanzar frases como “libertad” y “viva Nicaragua”, y entonar el himno nacional.
La procesión, que recuerda el camino de Jesús al Calvario, transcurrió sin incidentes ni hostigamiento por parte de la policía o los paramilitares y terminó pacíficamente, pero las personas se quedaron protestando a las afueras del recinto religioso, según reportes del periódico independiente La Prensa.
En su mensaje, el cardenal Brenes dijo que este es un día de oración e invitó a los presentes a orar, “cada uno de nosotros tenemos una intención, por los padres, por los que están privados de libertad, por los que están fuera del país, por nuestro país”.
La crisis socio política en Nicaragua ha cumplido un año y justo el 19 de abril de 2018 se registraron masivas protestas en Managua que fueron reprimidas por la policía orteguista, que arrebató la vida a las primeras víctimas de las más de 300 que ha confirmado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) estima que son arriba de 500 muertos en lo que va de la crisis, aunque el gobierno de Ortega solo reconoce 199.