Redacción
El sábado, miles de personas se reunieron en París y otras ciudades de Francia para protestar contra la violencia sexual y sexista, así como los feminicidios. La manifestación fue una de las más grandes del país, con mujeres y hombres marchando juntos mientras portaban pancartas moradas que denunciaban la violencia de género y defendían los derechos reproductivos de las mujeres.
Los manifestantes expresaron su preocupación por el posible retroceso en los derechos de las mujeres a raíz de la victoria electoral de Donald Trump en Estados Unidos. Este contexto internacional fue citado como una de las razones por las que se intensificaron las movilizaciones en Francia. Las protestas también rindieron homenaje a Gisèle Pélicot, unanista “Nous Toutes” (que significa “Todas nosotras”), destacó la gravedad de la situación, mencionando que la violencia de género puede provenir de cualquier persona. Noir subrayó que no existe un perfil típico ni para los agresores ni para las víctimas, y que esto es lo que hace que la violencia de género sea aún más insidiosa y difícil de identificar.
El colectivo organizador de las manifestaciones exigió un aumento en los fondos gubernamentales destinados a la lucha contra la violencia sexual y sexista. Además, demandaron políticas más efectivas para promover la igualdad de género y garantizar la protección de las mujeres frente a cualquier tipo de abuso o discriminación.
Las manifestaciones reflejaron un senti mujer que sufrió violencia sexual por parte de su esposo, quien presuntamente permitió que otros la violaran mientras ella estaba inconsciente y drogada.
Maelle Noir, representante del colectivo femimiento generalizado de indignación y frustración ante la falta de avances significativos en la erradicación de la violencia de género en Francia. Los participantes hicieron un llamado a las autoridades para que asuman una postura más activa y comprometan recursos para combatir esta problemática que afecta a tantas mujeres en el país.
